A finales de los años 40 del pasado siglo, Jean Genet había ya escrito gran parte de su mejor obra, provocadora, violenta, lo que le valió la censura, el rechazo y, en algunos casos, la prohibición.

Asuntos como la homosexualidad o el crimen aparecían mostrados con una crudeza que en la posguerra mundial constituían una especie de prolongación del horror vivido en esa década.

Atendiendo un encargo del actor y director francés Louis Jouvet, Genet escribió Las criadas en 1947. Para ello se basó en un suceso real: el asesinato en Francia a manos de dos hermanas de una mujer y su hija para quienes aquellas trabajaban como empleadas de hogar.

Esta obra era uno de los proyectos deseados por Agustín Iglesias, director de la compañía extremeña Guirigai, quien recuerda la famosa e impactante versión que hizo en los años 70 en España Víctor Gracia protagonizada por Nuria Espert.

La representación de Las criadas reabre, tras unas obras de reforma, la sala del grupo en Los Santos de Maimona, que cumple cinco años como sede de un proyecto consolidado. El montaje cuenta con el respaldo de la embajada francesa dentro del programa cultural Extre Francia, para Extremadura

"Genet es un autor complejo y duro y necesita de actrices capaces de afrontar una pieza como Las criadas ", explica Iglesias. Magda García-Arenal (Clara), Mercedes Lur (Soledad) y Asunción Sanz (Señora), que forman parte de Guirigai conducen ante el espectador esta historia de dos criadas que planean deshacerse de su señora y en ausencia de esta, ensayan, en la soledad de una habitación, un crimen que nunca logran ejecutar.

"La obra no es sicológica, no es maniqueísta, y los personajes presentan diversas capas de su personalidad. Para mostrarlo se necesitan actrices maduras".

A partir de un suceso criminal, la obra, según este director teatral, sugiere, entre otras lecturas, un implacable retrato del presente. "El montaje ocurre en el 2010 porque habla de lo que está ocurriendo ahora mismo: de la impotencia de toda rebelión contra el poder".

La acción de esas dos criadas que quieren escapar de su condición de sirvientas sin lograrlo, remite, explica Iglesias, a la situación actual de esclavitud de la sociedad, encadenada al consumo, dependiente de hipotecas y gastos, incapaz de reconocer su alienación y, por tanto, escapar de ella.

ANIMO EN ROJO "Solo cuando se nos ha venido encima la crisis, nos hemos dado cuenta de lo dependientes que somos, de cómo las grandes multinacionales nos dictan cómo vivir".

Para dar una forma visual a Las criadas , que firma Damián Galán, Agustín Iglesias pensó en el artista indio Anish Kapoor, al que el Museo Guggenheim de Bilbao ha dedicado este año una amplia exposición clausurada el pasado martes.

Allí figuraba Mi patria roja , la obra que ha inspirado la estética contemporánea de Las criadas de Guirigai: un círculo de pintura roja dispuesto en una plataforma sobre el suelo rodeado de una especie de cordillera de cera también roja.

"Ese rojo que también empleamos en este montaje refleja el ambiente anímico de los personajes", tanto como la música Metamorfosis nocturna , del compositor húngaro Georg Ligeti.