La escena en que Madonna simula una crucifixión dentro del espectáculo de la gira Confessions levanta ampollas en cada país que visita. Tras la indignación expresada por la iglesia italiana con ocasión de su actuación en Roma, ahora le toca el turno a la obispo protestante de la diócesis de Hannóver (Alemania), Margot Kässmann, que ha lanzado un inflamado llamamiento al boicot de Madonna, a la que califica de "estrella envejecida solo capaz de provocar y llamar la atención ofendiendo los sentimientos religiosos". La diva del pop y reina del escándalo actuó ayer en Dusseldorf y repetirá recital el martes en Hannóver.

No queda ahí la cosa. Ayer, el diario sensacionalista británico The Sun aseguraba que Madonna había recibido amenazas de secuestro de la mafia rusa si no cancelaba la actuación prevista en Moscú para el 11 de septiembre. "Guy Ritchie esposo de Madonna ha dejado claro que la seguridad debe reforzarse. Madonna es consciente de la amenaza de secuestro de ella y sus dos hijas, pero es una mujer valiente", afirman fuentes cercanas a la artista citadas por The Sun.

La obispo de Hannóver no se mordió la lengua a la hora de juzgar a Madonna. "A decir verdad, pensaba que era capaz de hacer algo mejor, ella que se define tanto a sí misma como un ser religioso. Aconsejo ignorar a Madonna", dijo Kässmann en declaraciones recogidas ayer por el diario alemán Bild am Sonntag. "Las estrellas terminan su carrera, pero la fe cristiana permanece", sentenció la obispo, casada y madre de cuatro hijas.

No es la primera reacción contra Madonna que surge de la iglesia alemana. "Resulta especialmente pérfido que en un país cristiano los símbolos cristianos puedan ser exhibidos y utilizados en escena", declaró el portavoz del arzobispado de Colonia, Manfred Becker-Huberti.En el polémico montaje de Confessions, Madonna no solo simula una crucifixión, sino que durante la canción

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