Juan Martínez no tuvo el don de la oportunidad. Martínez fue un bailaor de flamenco que en los revueltos tiempos de la Europa de la Gran Guerra se paseó por Europa hasta recalar en la Rusia de los zares en el momento más explosivo, los albores de la revolución de octubre de 1917. La anécdota daría para una comedia picaresca parecida a La niña de tus ojos o ¡Ay, Carmela! : la pequeña peripecia de unos artistas de variedades, entrañables y un punto patéticos situados en el gran cañamazo de la historia.

Pero las aventuras del bailaor no son ficción. Las recogió el periodista sevillano Manuel Chaves Nogales (1897-1944) en los años 30 en una crónica, El maestro Juan Martínez que estaba allí, recuperada ahora por Libros del Asteroide. Chaves Nogales, perteneciente a una generación de grandes periodistas (Julio Camba, César González Ruano, Josep Pla), se situó en las filas republicanas y fue testigo de grandes acontecimientos del siglo. Trotski y Goebbels, ministro de propaganda de Hitler, a quien tildó de "impresentable", fueron algunos de sus entrevistados.