El Premio Velázquez 2007 reconoció ayer la aportación de Luis Gordillo a la formación de las vanguardias artísticas, destacó el Rey al entregar el galardón al pintor sevillano, quien confesó que en su carrera siempre le ha acompañado una "sensación de inseguridad" que "ha sido como una vacuna".

Don Juan Carlos, acompañado de la Reina, entregó la sexta edición del máximo galardón de las artes plásticas --dotado con 90.000 euros--, en un acto celebrado en la sala Velázquez del Museo del Prado que presiden Las Meninas .

El Rey subrayó que en la pintura de Gordillo destaca "su poder para desvelarnos las claves de la sensibilidad del ser humano y ayudarnos a descubrir la esencia oculta en el mundo que habitamos". "Nos ofrece --añadió-- una indagación introspectiva, íntima y personal. En definitiva, una reflexión sobre su propia naturaleza, nutrida de subjetividad".

Asimismo, hizo pública su admiración por la valentía del pintor y por su "labor reflexiva, lenta y metódica, dotada de exigencia extrema, irrenunciable coherencia y profundo rigor, que le han llevado con frecuencia a transitar por senderos solitarios en el universo de la creación".

Por su parte, Gordillo agradeció el galardón en un discurso en el que repasó su trayectoria artística, desde el informalismo de los años sesenta y el pop art, hasta llegar a su obra abstracta, que, según destacó, es la que prefiere, "sobre todo la de los noventa y la de los últimos años".

El galardón conlleva la organización de una gran muestra en el Museo Reina Sofía, que se inaugurará el próximo día 19.