El director norteamericano Robert Wilson estrena esta noche en Mérida, dentro del Festival de Teatro Clásico, su particular visión del mito de Proserpina, la reina del mundo subterráneo que se vio obligada a vivir a medio camino entre el infierno, la tierra y el Olimpo, y que encarna la actriz Emma Suárez.

Tanto la codirectora del espectáculo, Ann Christin Rommen, como el director del festival emeritense, Jorge Márquez, destacaron la importancia que Wilson ha dado al teatro romano como un aspecto más, integrado en el auténtico "poema escénico" que ha diseñado Robert Wilson para esta ocasión. Y es que este director juega con la dramaturgia para reconstruirla a partir del escenario, que acaba siendo una "pieza fundamental" en la obra.

Márquez apuntó que esta recreación de un mito tan ligado a Mérida como el de Proserpina será "muy distinta" a las que se han hecho en otros lugares del mundo porque "el espacio --el teatro-- se va a ver con una belleza nunca vista".

ADAPTACION Como ya explicó el propio Wilson durante su visita a la capital extremeña, su objetivo es siempre adaptar el espectáculo al escenario, que en este caso se verá "desnudo" y con una iluminación muy particular. Entre las sorpresas que reserva al espectador habitual del teatro romano, el director estadounidense ha decidido cambiar de ubicación algunas de las estatuas situadas en el frontal del teatro para que, de esta forma, se conviertan en actores . La que se mantendrá inmóvil será la diosa Ceres, que corona la entrada central de la escena y que como madre mitológica de Proserpina tendrá su propio papel.

Ann Christin Rommen apuntó que, lejos de complicar su trabajo, el escenario del teatro "ayuda mucho". En un sitio así, añadió, "es más fácil aún resaltar las emociones".

Por otra parte, Márquez avisó de que el trabajo de Robert Wilson es muchas cosas, pero no convencional, por lo que, dijo, "que nadie espere ver una obra de teatro tradicional, es más un poema escénico". De esta forma, a través de un meticuloso juego de luces, danza, música y palabra, el dramaturgo pretende llevar al público por un camino en el que "es más importante cómo lo dice que lo que dice". Por eso, pidió al público que acuda al teatro "con la mente muy abierta".

El texto que se ha confeccionado, que conjuga poemas de Homero con poetas contemporáneos, se convierte en un pretexto que da paso a los 8 actores y bailarines que interpretan la obra, a la música (de Philip Glass) y, claro, a la iluminación.

Por lo que se refiere al trabajo de Emma Suárez, Rommen resaltó la importancia del esfuerzo que, como poeta narradora, realiza con la voz, puesto que se le ha exigido que en algunos momentos hable como una mujer muy mayor y en otros como una niña. "Al final se crea algo atemporal, que es lo que debe ser el arte", añadió.

Jorge Márquez indicó que con el desembarco del espectáculo de Robert Wilson, que se titula Proserpina (Perséfone en Mérida ), el festival emeritense "da un paso adelante" que ya no le permitirá retroceder. Asimismo, recordó que este director ha trabajado en varias ocasiones con el mito de Proserpina, aunque ha vuelto a revisarlo para Mérida.