Desayuna churros, recibe visitas de familiares y amigos, y ya sólo oye hablar español. Rocío Jurado está de nuevo en casa. De momento se encuentra ingresada en el Hospital Montepríncipe, donde llegó a las siete y media de la mañana de ayer en una ambulancia desde el aeropuerto de Torrejón de Ardoz. Al aeródromo militar había llegado minutos antes, tras volar durante 12 horas desde Houston en un avión privado medicalizado, cedido por un amigo de la familia. En el viaje la acompañaron su marido, José Ortega Cano, y su hija Rocío Carrasco, junto a un equipo médico de la clínica.

La llegada de la artista estuvo rodeada de fuertes medidas de seguridad que impidieron a la prensa verla, aunque las personas que han estado con ella dicen que se encuentra bien y el parte médico del hospital señala que está "con buen estado de ánimo y clínicamente estable".

El paso de Jurado por este centro (el mismo donde fue operada de un cáncer de páncreas en agosto del 2004) responde a su interés de ser evaluada tras su estancia de 63 días en la clínica MD Anderson de Houston. Del resultado de estas pruebas dependerá el regreso de la cantante a su casa, aunque es posible que ese traslado se retrase varios días. Una portavoz del hospital anunció que cada día se emitiría un parte médico para hacer pública su evolución.

MEDALLA AL TRABAJO La vuelta de Jurado a España coincidió con el anuncio por parte del Gobierno de la decisión de concederle la Medalla de Oro al Mérito del Trabajo, a propuesta del ministro de Trabajo, Jesús Caldera. La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, declaró: "Con la medalla va el cariño del Gobierno, que es el de la inmensa mayoría de los españoles".

Lo cierto es que el regreso de la cantante ha convertido el hospital en un foco de atención de periodistas y allegados de Jurado. Desde primera hora, la explanada de la entrada a la clínica se convirtió en un imponente set televisivo, en el que una veintena de cámaras y medio centenar de periodistas aguardaban la llegada de noticias y reacciones.

El primero en presentarse en el hospital fue su exsecretario, Juan de la Rosa, que apareció con una rama de almendro florecida. "Es para recordarle que con su regreso ha llegado verdaderamente la primavera", dijo. A su salida, anunció: "Rocío está bien, cansada por el viaje, pero feliz de encontrarse de nuevo en España y muy bien de ánimo. Incluso ha desayunado churros".

Distintos familiares, como su hermano, Amador Mohedano, y doña Juana, madre de Ortega Cano, desfilaron por la clínica y confirmaron el aceptable estado de salud de Rocío Jurado, aunque sin dar detalles. A media tarde, la artista recibió la visita de Gloria Camila y José Fernando, sus hijos adoptivos.

CONJETURAS La escasez de información y la ausencia de imágenes dispararon las conjeturas sobre el estado real de la tonadillera: se rumoreaba que está muy delgada y que apenas pesa 55 kilos. También se comentaba que Jurado y el resto de pasajeros del avión estuvieron protegidos con mascarillas para evitar cualquier infección a la artista.

Aunque no hay imágenes de su llegada a Madrid, ayer se rumoreaba que un paparazzo se coló en Torrejón de Ardoz y fotografió a la tonadillera.

Jurado entró en la clínica madrileña por la puerta trasera, cubierta por una manta que impedía ver su rostro.

Rocío Jurado lleva sobre las espaldas más de un año y medio de lucha contra el cáncer de páncreas. La cantante fue sometida, en agosto del 2004, a una operación en el Hospital Montepríncipe de Madrid. Después, decidió seguir el tratamiento en el centro MD Anderson de Houston.