Rodrigo Cortés ha puesto patas arriba Sundance con Buried , claustrofóbico relato de un hombre enterrado vivo en un ataúd.

--Su Buried ha conmocionado en el Sundance. Variety le ha incluido entre uno de los "10 directores a los que seguir la pista" en el 2010 y Lionsgate ha comprado los derechos de distribución del filme para su estreno en EEUU. ¿Podía imaginar algo así?

--Es un poco extraño, sí. Está claro que a veces se alinean los planetas y las cosas marchan bien desde el principio...

--¿Cómo ha vivido esta riada de emociones en Park City?

--Con mucha calma. Decidí no albergar expectativas concretas para poder estar abierto a cuanto sucediera sin euforias ni decepciones. La película estaba hecha, así que ya solo nos quedaba esperar. Cuando la fiebre comenzó a desatarse, traté de mantener la calma: daba la sensación de que todo le estaba pasando a otra persona.

--Un hombre enterrado vivo en un ataúd. ¿Alguna referencia o inspiración?

--La sombra de Hitchcock es alargada. Nadie como él supo manipular a voluntad el espacio y el tiempo cinematográfico. Uno necesita nacer 10 veces para hacer un 5% de lo que él hizo, pero mantenerlo como referencia te asegura al menos enfilar la senda correcta.

--Rodar una película en un caja de madera no es algo convencional. ¿Cuáles fueron las mayores dificultades del rodaje?

--Tantas, que es ocioso relatarlas... Fue como apostar en la ruleta rusa con solo un hueco libre en el tambor. Decidí olvidar las limitaciones objetivas y considerar el ataúd como una localización más, enfocando mis esfuerzos en sumergir al espectador en el cerebro del protagonista, sacando todas las herramientas del baúl del mago y tratando de que la película se reinventara constantemente a sí misma.

--La experiencia debió de ser muy dura para el protagonista, Ryan Reynolds...

--Ryan regresó a Los Angeles con quemaduras en los dedos y la piel erosionada, tosiendo polvo y parpadeando arena. Debía recorrer un catálogo tan amplio que resumía en 90 minutos todas las emociones que un ser humano no experimenta a lo largo de una vida. Saldó el reto con una exhibición casi obscena de genio actoral.

--¿Cómo consiguieron convencer a Reynolds para participar?

--Todo fue extrañamente rápido. Recibí de Versus Entertainment el guión, brillantísimo, de Chris Sparling y elaboré una memoria de dirección de 15 páginas detallando cómo llevar a cabo un filme a priori imposible. Ryan estaba fuera de nuestro alcance objetivo, pero en esta película se han tomado muchas iniciativas que han sido un desafío, un reto, al sentido común. Leyó el guión, pidió ver Concursante y, después de leer la memoria, decidió que quería subir al barco.

--¿Qué tipo de emociones trata de evocar en el público?

--El catálogo completo: pánico primario, desconcierto, desesperación, terror, ira, esperanza, miedo, alegría, frustración, euforia, rabia, resignación, desconcierto, ternura. Asfixia.

--El cine español de género vive un buen momento en EEUU, con directores rodando allí como los hermanos Pastor o Jaume Collet-Serra, y remakes de filmes como REC o Los cronocrímenes. ¿Es casual este pequeño boom?

--No sabría decirlo, supongo que el mundo se ha convertido en un lugar más pequeño.