La definición más escueta y exacta de Sin City es que se trata de la película que mejor ha sabido trasladar un cómic al cine. Robert Rodríguez se ha lucido al servir en imágenes los libros de dibujos de Frank Miller, uno de los grandes del cómic estadounidense. Sin City , proyectada ayer en la competición de Cannes, presenta todos los tópicos de las historias de gánsteres y los lleva al límite. Rodríguez aplica un exquisito tratamiento visual a Sin City , su mejor filme desde que debutó con El mariachi .

La otra película proyectada ayer en el concurso fue la francesa Pintar o hacer el amor , de los hermanos Arnaud y Jean-Marie Larrieu y en la que Sergi López es uno de sus protagonistas. Una trama insustancial que sólo cobra entidad en su tercio final cuando una pareja madura y aburrida se enfrenta a la tentación del intercambio con otra más joven.