Sólo ha pasado un año desde que Bono, su mujer, Ali Hewson, y el diseñador neoyorquino Rogan Gregory lanzasen su marca de ropa con conciencia social. La bautizaron Edun, una palabra que juega con el jardín del edén y se lee nude (desnudo, en inglés) al revés. Y el tridente ya ha conseguido lo que muchos no logran jamás: Vender sus prendas en 74 tiendas de 14 países. Entre ellos, grandes almacenes de lujo como Harrod´s, en Londres.

El cantante de U2 no tiene más que levantar el teléfono, convocar a la prensa y contar una historia (la que sea: la condonación de la deuda a los países pobres, los niños desnutridos en Africa, la lucha contra el sida) para que sus palabras den la vuelta al mundo con otra de sus causas. Esta va de moda ecológica y comercio justo. "Edun lleva la conciencia social al negocio de la moda", titula la prensa de EEUU, el país donde más se ha introducido la firma.

Las prendas creadas por Hewson y Rogan (lo del diseño no es cosa de Bono) son de algodón orgánico y salen de seis fábricas en América Latina, India y Africa. En la web de la firma (www.edun.ie) aparece la lista de comercios que tienen las prendas: desde Saks Fifth Avenue, en Nueva York, hasta Harrod´s, en Londres, y El Corte Inglés. Y proclaman su filosofía: llevar el empleo sostenible a la moda y concienciar a los consumidores que compran sus "prendas con estilo". Claro que para lucir uno de esos diseños hay que invertir 145 euros en unos tejanos, entre 65 y 145 por una camiseta, 260 por una chaqueta y 100 por una minifalda. Su objetivo es levantar una marca de ropa atractiva que establece relaciones comerciales con los países en desarrollo.