Ni en un bautizo se desata tanta euforia. La presentación del nuevo disco de Rosario Flores transcurrió desde el primer momento como una fiesta, en la que el breve concierto que ofreció fue el plato más suculento de todos. Entre familia y entre amigos. Una vez fuera del escenario, entre las mesas de un público del que conocía a casi todos por nombre y apellidos, no quiso dejar de vincular las canciones de este Contigo me voy al nacimiento, hace dos meses, de Pedro Antonio, su segundo hijo. Los dos se gestaron a la par, y los dos prometen darle muchas alegrías.

Hasta el marco tenía magia. La mítica sala Florida Park, enclavada en el parque del Retiro madrileño. La misma donde su madre, Lola, hiciera alarde de genio y figura cuando perdió un pendiente en el programa de José María Iñigo.

VIPS Y ALTA CULTURA Tampoco faltó glamour la noche del martes. Si no llega a ser porque Rosario es mucha Rosario, la desinhibida mesa en que estaban Loles León y Bibiana Fernández cantando toda las canciones del nuevo Contigo me voy hubiese acaparado el protagonismo.

Justo en la mesa de al lado, Colate y Paulina Rubio compartían mesa con Imanol Arias, Pastora Vega, Pino Sagliocco y otros vips de altos vuelos. Todavía más atención llamaba la presencia de la ministra de Cultura, Carmen Calvo, o de la escritora Lucía Etxebarría. Estaban también los hermanos Juan y Antonio Carmona, Isabel Gemio, Sergio Dalma, Pepe Barroso, Pepón Nieto, Javier Limón, Pilar Tabares e infinidad de rostros populares más.

Aunque en España sea todavía un desconocido, si un invitado merecía todo tipo de honores era el cubano Raúl Paz. El es el autor de El beso (Contigo me voy), probablemente la mejor canción que Rosario haya grabado en los últimos 10 años. La cantó junto a una Amparo Sánchez (líder de Amparanoia).

JUERGA FLAMENCA Respaldada por una banda de 12 músicos (sección de metal incluida) cantó también otros temas de su nuevo disco que prometen dar mucha guerra: Mientras me quede corazón, Cayetano, El niño de tus ojos, La rumba del bongó, y un largo etcétera.

Dos horas después apenas quedaba nadie en las mesas, pero la fiesta no había terminado. En el hall que conduce a la salida un corrillo cantaba El beso entre palmas de pura raza. Allí estaban Lolita Flores, su primogénita, Elena Furiase, y la hija del llorado Antonio Flores, Alba Flores, bailando a compás. Y Loles León, que no se pierde una.