Los lectores querían más aventuras de Luis María Monroy. No les bastaba que hubiera sido cautivo en Turquía, haber espiado en aquel país para la monarquía española y pasar incontables penalidades.

De regreso a Extremadura, el joven Monroy apenas perderá el tiempo en su ciudad natal, Jerez de los Caballeros. Felipe II le requerirá para otra misión.

Así, Jesús Sánchez Adalid, uno de los autores de referencia de la novela histórica española, le ha dado nueva vida a su personaje para cerrar una trilogía compuesta por El cautivo , La sublime puerta y El caballero de Alcántara (las tres publicadas en Ediciones B), que ayer presentó en el convento de San Benito, en la localidad cacereña de Alcántara. De este lugar emprende su nueva misión Monroy enrolado en la Orden Militar de Alcántara, de la máxima confianza de Felipe II. Un viaje de aventuras y amores le conducirá a Madrid, Sicilia, Venecia y Estambul.

En ese momento, 1568, Turquía amenaza Occidente, España necesita fondos para sostener el país y su ejército, y uno de los posibles financieros de la corona se ha pasado al bando turco. "Era más rico que los banqueros alemanes de la época", afirma Sánchez Adalid. La misión de Monroy es hacer llegar al mercader José Nasí el interés de la monarquía española en que regrese a la península ibérica, de donde él y su familia partieron amenazados por la Inquisición debido a su condición de judíos.

Siguiendo las aventuras de Monroy, uno puede asistir a una lección de historia de aquel 1568. Lee una novela, pero los hechos que se narran ocurrieron tal y como los cuenta su autor: la puesta en marcha por España de la primera red de espionaje moderno, el conflicto con Turquía, que pretendía expandir el islam hacia las naciones católicas del Mediterráneo, el establecimiento de la corte española en Madrid... La propia misión de Monroy fue real. "El rey envió un caballero de la orden de Alcántara, cuyo nombre desconocemos, a entrevistarse con el que llamaban Gran Judío, José Nasí", para convencerle de que se uniera a la causa española.

Pero Sánchez Adalid aclara que aunque sus historias partan de lo real, él escribe novelas, y las escribe para sus lectores. "Son ellos los que me han pedido que siguiera contando la vida de Luis María Monroy".

Aunque los tres libros sobre este personaje pueden leerse independientemente, el conjunto forma un fresco de época, una visión de dos civilizaciones enfrentadas (el islam y el cristianismo) de la que fácilmente puede extraerse una lectura presente: "El temor a que domine el Islam". ¿Lo cree Adalid posible? "El mundo tiene su dinámica, los conflictos seguirán existiendo, pero yo creo que habrá un entendimiento", afirma.

Y sin embargo, hay un debate abierto y polémico sobre la entrada o no de Turquía en la Unión Europea. ¿Cree que ingresará en ella? "Es difícil contestar. Yo viajo bastante a Turquía, donde tengo amigos turcos, judíos y españoles, y no me siento capacitado para dar una explicación. Desde un punto de vista humano, entiendo la necesidad de la integración europea; pero no tanto desde el punto de vista político y religioso. Hay actualmente un gobierno islamista. Y noto que la occidentalización ha decaído y hay una presencia mayor de símbolos externos islámicos. Pero creo que las puertas no deben cerrarse".