Sheryl Crow, que finalizó en febrero --poco después de que a ella se le diagnosticase un cáncer de mama-- su compromiso con el ciclista Lance Armstrong, manifiesta en Vanity Fair que la ruptura fue "devastadora" y que aún le ama y le amará "para siempre". La cantante asegura que piensa en su ex "todos los días", e insinúa como motivo de la ruptura que Armstrong no hubiera estado a su lado mientras combatía el cáncer.