La novela con la que el escritor Lorenzo Silva ganó el Premio Primavera de Novela 2004, Carta blanca , pretende perturbar al lector. Para ello, el autor narra una historia problemática y hurga en episodios complejos de la historia española: la guerra de Marruecos, la segunda república y la guerra civil.

"Es una novela sobre el mal visto desde dentro, desde la persona que siente que lo está causando", precisó ayer Silva durante la presentación de la obra.

Explicó que la historia está escrita "con sentimiento" porque no admira a los novelistas que no sienten compasión hacia sus personajes: "Yo intento ser comprensivo con las víctimas y los verdugos". Silva ha elegido la conquista de Badajoz como escenario donde culminan las andanzas personales de su protagonista, porque en esa ciudad "se vio en miniatura, en pocos días, lo que sería la guerra, sus tensiones y barbarie y lo que darían de sí unos y otros".

El escritor madrileño está convencido de que la herida que produjo la guerra civil no se ha cerrado bien porque "todavía hoy se publican libros en los que prevalece la opinión del autor". El, que confiesa tener su bando preferido en esa contienda, ha intentado en Carta blanca huir del maniqueísmo. Para ello, no ahorra detalles al lector, por atroces que sean, aunque sí huye del morbo.

Partidario de conocer bien las cosas para poder olvidarlas, Silva desearía que el ser humano fuera capaz de sentir "por anticipado" la vergüenza. "Así nos ahorraríamos muchas barbaridades". En el caso de la guerra civil, cree que los españoles sólo la superarán del todo "cuando seamos capaces de respetar y honrar a los muertos de los otros y perdonar a los asesinos de los nuestros. Existe la sensación de que es uno de esos episodios que todos quieren tener resuelto pero que no lo está".

ALIENACION Finalista en 1997 del Premio Nadal con La flaqueza del bolchevique y ganador en 2000 de ese galardón con El alquimista impaciente , Silva es consciente de la dificultad que entraña para cualquier escritor novelar sobre la Guerra Civil, "porque todos tenemos nuestra alineación y preferimos uno de los bandos".

Eugenia Rico, autora de La edad secreta , quedó finalista con la historia de una mujer que deja atrás una vida cómoda y se embarca en un viaje "con un billete sólo de ida para vivir una segunda oportunidad".