"El éxito es llegar a ser quien uno es". "El Quijote es la novela más divertida del mundo". "Uno escribe un libro para contradecirse". "Todas las novelas son autobiográficas". "Es que hablo mucho", dice Javier Cercas.

El escritor de éxito, que recibe el homenaje de la Feria del Libro de Cáceres (más un grabado de Pedro Valhondo), firma ejemplares de La velocidad de la luz hasta que lo arrancan de la caseta. "Los lectores son más importantes que las autoridades", protesta. Pero se deja llevar, gin tonic en mano, hasta la carpa donde presenta su último libro. Música regional en el paseo de Cánovas. El tráfico de la hora punta. Calor ("pero el de aquel lugar donde pasé dos años en Estados Unidos sí que era calor, un calor tropical", dice). Políticos: el alcalde José María Saponi, los portavoces de la oposición, el director de Promoción Cultural, José María Corrales, escudero de Cercas durante el día y la noche de ayer. Gente de Ibahernando, "a la que se les reconoce con verles la cara", sigue hablando Cercas, que parece que no va a arrancarse cuando le toca, tras la presentación de Julián Rodríguez (amigo del escritor. "Su nueva novela es mejor que Soldados de Salamina" , lee).

El himno

Ahora sí, Cercas sigue hablando, enciende un cigarrillo, bebe un trago de gin tonic. "¿Alguien sabe el himno de la Jara, que es el de mi pueblo?". Amaga con sacar un papel con el comienzo del himno. Pero nadie del público se arranca. Tampoco Cercas. Pero sigue hablando. "Uno escribe un libro para contradecirse. La contradicción es el carburante de la inteligencia. Entonces uno escribe y se dice: esto es lo que yo sé de la vida. Pero acabas el libro y te dices: no es exactamente así, no es toda la verdad. Entonces escribes para refutar o para complementar esa verdad. Voltaire dice que el que no se contradice tres veces al día es idiota y eso es fatal para los políticos...". Sonríen los políticos de la primera fila.

" Salamina", sigue diciendo, "habla de la posibilidad del bien. Incluso en una guerra alguien es capaz de ser honesto y salvar la vida de un hombre. La velocidad de la luz trata de alguien que en circunstancias igualmente extremas incurre en el mal. Esto está en la naturaleza humana; es así".

Cambio al humor. "Me gustaría escribir una novela escacharrante, como el Quijote, que es la novela más divertida del mundo, una novela de risa. La velocidad de la luz es irónica, que es algo distinto del humor. La ironía es el mayor descubrimiento desde el Renacimiento. Igual me he hecho mayor y por eso me ha salido así. Yo he vivido muy protegido en la universidad, que es una prolongación de la infancia. Allí no pasa nada, no hay asesinatos. Pero al salir a la calle obligado por el éxito me empezaron a caer tejas del tejado. Soy un tipo que ha madurado tarde, a los 40 años, y así puede que esta novela tenga cierto tono de amargura. De Salamina me arrepiento haberla escrito; pero eso le ocurre a cualquier escritor. Igual más tarde escribo sobre Ibahernando. Pero mi ambición es escribir una novela humorística de principio a fin...".

(Javier Cercas nació en 1962 en Ibahernando. Su familia viajó a Cataluña cuando él aún era niño. Allí estudió e imparte clases de literatura en la Universidad de Gerona. En 1987 publicó El móvil , al que siguieron las novelas El inquilino , El vientre de la ballena , las crónicas de Relatos reales , los artículos de Una buena temporada y Soldados de Salamina , uno de los grandes éxitos de la literatura española).

"... El éxito es fantástico, es hacer las cosas lo mejor que sabes, llegar a ser lo que uno es. Quien tiene éxito cree que es algo no producto del azar sino del mérito. Entonces yo, en esta novela reflexiono sobre el hecho moral del éxito. Pero yo no lo he vivido como una catástrofe. La literatura no tiene que ver con esto. Es algo que te sale de las tripas y el éxito o el fracaso son espejismos. No creo en la pura fabulación. La literatura parte de la realidad. Y yo soy un caníbal de la realidad...".