Tras recibir el Globo de Oro, el Bafta y el premio del Sindicato de Actores de Estados Unidos por su trabajo en La La Land, Emma Stone ha cerrado el círculo con el Oscar a la mejor actriz. Tras el accidentado final de gala, Stone mostró su admiración por la ganadora, Moonlight, de la que se declaró «completamente enamorada».

-La La Land ha batido récords de premios en Hollywood. ¿Cómo ha vivido este momento?

-Con mucha emoción y sobre todo con mucho agradecimiento por todo lo que estoy viviendo. Las experiencias y las oportunidades que me han llegado en los dos últimos años son excepcionales y pienso aprovecharlas al máximo. Soy consciente de que nada es permanente, así que voy a centrarme en lo que tengo ahora, tomar buena nota, para poder acordarme de ello cuando todo pase.

-¿A qué atribuye este buena racha?

-A mi empeño por llevar a cabo lo que más me gusta, que es actuar y no dejarme vencer por los fracasos o los rechazos. Llevo actuando desde los 15 años y siempre he sentido que podía conseguirlo. La suerte también ha tenido su papel, pero después de Rumores y mentiras empezaron a surgir más cosas. De hecho, el día que se estrenó esta película fue cuando me hicieron la prueba para Spider Man y ya entonces había filmado Crazy, stupid, love y Criadas y señoras. La La Land ha sido la guinda que corona esta racha de éxito.

-El año pasado interpretó Cabaret en Broadway, La La Land es su primer musical en el cine. ¿Cuál es su relación con este género?

-¡Soy fan de los musicales desde niña! Mi madre adora este género y me lleva al teatro con ella. De hecho yo empecé interpretando musicales en teatro y por eso ya tenía una cierta educación en este género antes de hacer La La Land. Pero hacer un musical para el cine es muy distinto al teatro y creo que Damien (Chazelle) ha hecho una extraordinaria labor para atraer al público que no está familiarizado con el género musical.

-¿Se identifica con Mía en su intento por llevar a cabo sus sueños a cambio de sacrificar su vida personal?

-Creo que en una profesión como la nuestra es normal que tengas que sacrificar ciertas cosas y enfocarte en conseguir lo que llevas tanto tiempo soñando. Es complicado encontrar el equilibrio entre la profesión y la vida personal, pero no imposible.

-¿Ha tenido que dejar cosas y personas a un lado por ir en busca de ese sueño?

-Hubo un momento en que sentí pena por no haber ido a la universidad, cuando todos mis amigos se iban graduando en sus respectivas carreras. Yo no fui a la universidad porque decidí dedicarme de lleno a perseguir mi sueño de convertirme en actriz.

-Su carrera comenzó en Los Ángeles. ¿Como era la ciudad?

-Yo llegué desde Arizona cuando tenía 15 años. Vine con mi madre, que me acompañaba a todas las audiciones. Llegó un periodo de absoluto silencio por parte de los directores de cásting. Fueron tiempos difíciles en los que a veces pensé en tirar la toalla, por suerte me surgió una audición para un reality show y eso cambio todo. Mis sueños empezaron a cumplirse.