En estos tiempos de memoria histórica, llega a las pantallas españolas una película que recrea uno de los capítulos más oscuros del siglo XX: el genocidio armenio, una auténtica masacre que Turquía no reconoce oficialmente. El destino de Nunik , que se estrena mañana, cuenta cómo los turcos quisieron borrar del mapa a los armenios, con los que habían convivido durante años sin problemas hasta que el racismo hizo acto de presencia. "Es un genocidio que nunca se estudia en los libros de Historia, así que la película será un granito de arena para que la gente sepa lo que pasó", aseguró ayer Paz Vega, que interpreta a la protagonista, una joven que está a punto de saborear lo bueno de la vida cuando la guerra la convierte en una desgraciada sin futuro.

El destino de Nunik supone el regreso al cine de los hermanos italianos Paolo y Vittorio Taviani, que han escrito el guión basándose en el sobrecogedor libro La casa de las alondras (editada por Lumen), de la italiana Antonia Arslan. Durante su comparecencia ante la prensa, Vega no tuvo reparos en reconocer que antes de leer el guión no sabía absolutamente nada del exterminio del pueblo armenio. "Leí el guión y me enamoré de la historia", afirmó. Su compañera de reparto, Angela Molina, aseguró que la cinta es "una obra de arte" de los hermanos Taviani. "Es una obligación histórica hacer una película así", aseguró. "Cuantas más películas se hagan de este tema, mejor", concluyó Molina, que interpreta en El destino de Nunik a una criada griega, amiga de la familia masacrada.

A juicio de ambas actrices, El destino de Nunik "no tiene ni vencedores ni vencidos".