El anfiteatro romano de Mérida acoge, por vez primera vez, a partir de las once de esta noche, la puesta en escena de la obra Timón de Atenas escrita por Williams Shakespeare e incluida en el ciclo Otra Mirada de la 54 edición de festival de Mérida.

Este espectáculo, que supone para el centro de producción del festival su "primera producción completa", está articulado en torno al texto adaptado por el director del certamen, Francisco Suárez, quién apuntó ayer, durante la presentación de la obra, que su adaptación constituye un "vehículo" para hablar del fracaso y de la "imposibilidad que tiene el ser humano de entenderse".

Al acto de presentación también asistieron el director de la obra, el portugués Joaquim Benite; el protagonista de la misma, Jose Pedro Carrión y otro de los actores principales del elenco, el almendralejense Esteban García Ballesteros. Timón de Atenas recala por primera vez en los 75 años de la historia del festival emeritense y permanecerá en cartel hasta el próximo 10 de agosto.

LA HISTORIA QUE CUENTA Esta cita teatral trata la historia de un hombre que se arruina para obtener a cambio el elogio de parásitos y cortesanos, todo ello alrededor de un personaje trágico --Timón-- que advierte que el mundo no está hecho de buenos sentimientos, lo que le lleva a buscar la soledad y con ello, alimentar el odio contra la naturaleza humana.

La adaptación de Suárez, que "ha entendido la actualidad de esta temática", localiza la acción en la Grecia de los años 70, y sustituye el oro de la obra de Shakespeare por el de la época actual: el petróleo. Además, el texto aprovecha "la historia reciente de la crisis profunda del sistema", con la cual el público "se podrá identificar", dijo Suárez.

En este sentido, el director de la obra, Benite, valoró positivamente esta adaptación, de la que comentó que "es una versión elegante e inteligente, fiel a la original" y "de gran calidad".

Por otro lado, el director puso de manifiesto que su trabajo lo ha abordado desde una vertiente "técnica y de coordinador", puesto que su función es la de "interpretar un texto" y es por esta razón por la que "elegí Shakespeare", afirmó.

En cuanto a la escenografía, a cargo de uno de los más prestigiosos escenógrafos internacionales, Jean Guy Lecat, en la que se incluye un Cadillac o una batería, el director explicó que "se trata de poner en el escenario lo esencial que ayude a contar la historia" a través de elementos con "significado propio".

Finalmente, Benite, que es la primera vez que dirige en Mérida, destacó que "la diversidad de estilos confluyen para dar unidad general al espectáculo" y sobre el trabajo de los actores, dijo: "Han facilitado mi labor".