España habrá cambiado mucho en los últimos cincuenta años, pero la búsqueda de un piso para compartir una vida en común es uno de esos asuntos que no han dejado de amenazar a muchos españoles. Ahora permanecen más tiempo en la casa de los padres antes de formar una familia. Entonces, principios de los años 60, uno hasta podía urdir un casamiento con una extraña para heredar a su muerte la vivienda, que podría asegurarle seguridad con la auténtica pareja. Podría parecer una invención, pero Rafael Azcona leyó esta noticia en un diario barcelonés. De ahí surgió un relato, que fue la inspiración para uno de sus grandes guiones, el de El pisito . Con él construyó el director italiano Marco Ferreri una de las películas más importantes del cine español.

Pero "Ferreri optó por una versión neorrealista, dura", comenta Juanjo Seoane, productor teatral y responsable de la adaptación teatral de El pisito , que hoy inicia en la sala Trajano de Mérida una gira por España, después de permanecer casi cinco meses en el teatro Marquina de Madrid.

Durante esta semana, Pedro Olea ha supervisado de nuevo los ensayos del montaje que dirige. "Pequeños matices", afirma Olea sobre su segunda incursión teatral. "Pero prácticamente no he tenido que hacer nada. Los actores se saben el papel", tras una pausa de más de un mes.

Seoane ha recuperado el relato original, en el que la visión de Azcona era menos tremendista que la película. "Yo pensé en cómo hubiera hecho esa película Luis García Berlanga, y le he dado un enfoque de sainete trágico, como por ejemplo el de La señorita de Trévelez , de Arniches, en el que te ríes, pero luego piensas, ´qué jodida es la vida´".

UNA MUJER DECENTE Así que en esta función, el humor promueve a la risa, mientras que el filme de Ferreri, la sonrisa se quedaba congelada por la negrura con que plantea las situaciones. "La película era demoledora", opina Olea, que en el cine ha dirigido títulos como El bosque del lobo , El maestro de esgrima o Un hombre llamado Flor de Otoño . "Ferreri imprimió una visión más triste y desolada. Esta función es más divertida". Pero personajes son los mismos: una pareja de novios a la antigua usanza sin dinero para comprar piso y casarse. A la antigua usanza quiere decir que ella (Tete Delgado) es una mujer decente y que no consumará, como se decía, la relación hasta que no sea bajo un techo propio.

"Es el personaje más duro. Novia desde los 16 años, casi menopáusica, enamorada que se va amargando...", lo describe Seoane.

Y él (Pepe Viyuela), "un pelele, un apocado, conformista", no quiere vivir de realquilado, en una vivienda que comparte con otras gentes, algo habitual en la España de entonces. La empresa resulta imposible. Bueno, no tanto. Una anciana (Asunción Balaguer) de 84 años parece a punto de morir. ¿Y si él aceptara casarse con ella y, una vez muerta, heredara la casa donde vive la mujer? Entonces ya no habría impedimento para el matrimonio.

"UNA GRAN IDEA" Rafael Azcona tuvo el título de mejor guionista español de la historia, firmó los diálogos de filmes tan imborrables como El verdugo o Plácido , ambas de Berlanga, o de otros más recientes, como Belle epoque o La lengua de las mariposas . No llegó a ver El pisito en el teatro. Murió en el 2008, pero no solo conoció y aprobó el proyecto, sino que se implicó parcialmente en él. "Le pareció estupen- [tfirma.065]

L. BARRERA

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