La Reina abandonó ayer por unos minutos ese discreto segundo plano al que nos tiene acostumbrados para manejar --con bastante soltura y sin que se le desbaratara un ápice el peinado-- el timón del Bribón, el barco que patronea el Rey y con el que Juan Carlos participó en la apertura de la regata Breitling en la bahía de Palma.

El cónclave de la familia Borbón y Grecia continuó en alta mar, donde les salió al paso el Aifos, que no es una parte de la trama marbellí de la operación Malaya, sino la embarcación de la Armada española cuya caña manejó el príncipe Felipe y cuyo apelativo es la inversión del orden de las letras que forman el nombre de la Reina. Para elevar más la concentración de sangre azul, el primer día de regatas baleares contó con la presencia del rey Harald de Noruega.

INICIO DEL VERANO Juan Carlos y Sofía aterrizaron en Son Sant Joan la noche anterior para iniciar, como cada año, sus vacaciones estivales en la isla de Mallorca. La presencia de la familia real en la isla marca el verdadero arranque del veraneo mallorquín.

A las diez de la mañana, Juan Carlos y Sofía compartían desayuno y protección solar con el armador del Bribón, José Cusí. Los tres, guarecidos del sol a la sombra de la terraza del Flanigan, uno de los restaurantes de Puerto Portals, cogían fuerzas para echarse a la mar. Subieron después a bordo del Bribón para lo que parecía un saludo de cortesía al resto de la tripulación. Sin embargo, el Rey se hizo a un lado y cedió el timón a la Reina. ¿Una metáfora de lo que sucede en casa? ¿Un merecido homenaje a la eterna espectadora de las regatas? Un gesto real, en cualquier caso. Sofía desembarcó poco después y dejó la competición para Juan Carlos.

Mientras tanto, muy cerca, en la base de Porto Pi, el Príncipe se embarcaba en el Aifos y se dirigía al punto de partida de la regata. Felipe voló solo desde Madrid ya que la princesa Letizia y su hija, la infanta Leonor, se incorporarán el fin de semana a las vacaciones familiares en Marivent.

El lunes, Juan Carlos viajará a Marruecos para almorzar con el rey Mohamed VI. Ese mismo día, Felipe y Letizia recibirán la medalla de oro de la localidad de Sa Pobla, que les concede la distinción para agradecerles la "sensibilidad" que mostraron los Príncipes en su anterior visita.

Así que, de momento, las primeras estampas marítimas de los Príncipes con su hija tendrán que esperar a las próximas jornadas de la regata. El calendario deportivo de las vacaciones reales incluye, además del trofeo Breitling-Illes Balears, la Copa del Rey, a finales de mes.

LAS INFANTAS, EN LANZAROTE Ni Juan Carlos ni Felipe tuvieron ayer estrenos destacados en el mar. El Bribón acabó octavo en la clasificación, mientras que el Aifos acabó el 19º, la antepenúltima posición. Padre e hijo quitaron hierro a la pésima actuación marinera. El desafío seguirá hoy.

Mientras los Reyes y el Príncipe regatean en Mallorca, las infantas Elena y Cristina se encuentran en Yaiza, en Lanzarote. Las hijas del Rey han viajado a Canarias con sus hijos y el marido de Cristina, Iñaki Urdangarín.

El duque de Palma, vicepresidente primero del Comité Olímpico Español, dio ayer una conferencia sobre los valores del deporte en la localidad canaria.

En Lanzarote vive Alexia de Grecia, prima de las infantas. Los pequeños Froilán y Victoria Federica, hijos de los duques de Lugo, y Juan, Pablo Nicolás, Miguel e Irene, de los de Palma, compartieron juegos con los tres pequeños de Alexia y su esposo, Carlos Morales. Las infantas abandonarán Lanzarote el próximo domingo y viajarán próximamente a Mallorca.