Aderezada con tintes autobiográficos, la cubana Zoé Valdés refleja en su última novela, La cazadora de astros , el íntimo vínculo que estableció con la pintora surrealista Remedios Varo, treinta años después de que la artista española muriera.

"Cuando descubrí a Remedios Varo me quedé enamorada de su obra (...) su vida fue una obra de arte hasta el momento de su muerte, instante que fue describiendo y con su último suspiro puso la pincelada final", explica la autora nacida en La Habana (Cuba) en 1959.

A lo largo de 320 páginas, La cazadora de astros (Plaza & Janés) rescata la figura de "la gran dama del surrealismo", que no es tan conocida como sus contemporáneas Frida Kalho o Leonora Carrington, porque "no hizo de su vida un concepto político o un currículum de presentación", apuntado la escritora.

La historia arranca en una playa, donde una poetisa cubana se encuentra a una enigmática mujer, que se hace llamar La cazadora de astros , y cuando ésta la bautiza con el nombre de La catadora de océanos se establece un vínculo especial entre ambas.

Tiempo después, la poetisa, afincada en París, descubre que aquella mujer es la fallecida Remedios Varo y decide escribir un libro sobre la artista, indagando en su apasionante vida, sus numerosos amores, su exilio en México y su relaciones con los círculos surrealistas de la época.

Valdés anota que ha recompuesto la trayectoria de la artista surrealista con la ayuda de las biografías escritas sobre Varo, así como con los textos y los ensayos de la propia pintora.