Doblete alemán en los premios de la Bienal de Arte de Venecia. La cita más importante de la creación contemporánea, que hoy abre sus puertas para el público hasta el 26 de noviembre, ha otorgado sus dos premios más importantes a dos propuestas de autores alemanes: Anne Imhof (Giessen, 1978) y Franz Erhard Walther (Fulda, 1939). La primera ha sido reconocida con el León de Oro para la mejor participación nacional; el segundo, creador reconocido por sus grandes esculturas de tela participativas, con el trofeo para el mejor artista presente en la exposición oficial Viva Arte Viva, comisariada por Christine Macel.

Faust, el proyecto de Imhof, es una visión muy sombría y provocadora de la sociedad contemporánea, una performance de cinco horas realizada por actores que se mueven y miran intensamente a los espectadores bajo un suelo de plexiglás sobre el que pasean los visitantes. La arquitectura del pabellón, construido durante el nazismo, potencia su actuación incrementando el aire severo y masoquista. También ayudan las cadenas y el aire a desinfectante que impregna el lugar. Para Manolo Borja-Villel, presidente del jurado, se trata de «una potente y perturbadora instalación que plantea cuestiones apremiantes sobre el presente»; para la comisaria del pabellón alemán, Susanne Pfeffer, la performance «explora el poder, la exclusión y la existencia contemporánea».