La crisis siempre se ceba en los más débiles, y si la venta de discos lleva años en estado crítico, los datos sobre el sector en Estados Unidos que acaba de hacer pública la consultora Nielsen SoundSacn han disparado todas las alarmas. Las ventas de compactos han caído un 45% en los últimos ocho años y se espera que sigan bajando. En el 2008 se vendieron 428,4 millones de álbumes (un 14,4% menos que en el 2007). En cambio, las ventas on line ya superan la barrera psicológica de los 1.000 millones de descargas legales (el aumento durante el 2008 fue de un 26,7% respecto al curso anterior).

Y también se ha batido récord en venta de discos de vinilo, con cerca de 1,9 millones, cifra muy superior a la de cualquier otro año desde que dicha empresa rastrea este mercado. De hecho, es la primera vez que la industria vende un millón de vinilos en un año desde el 2004 (cuando se vendieron 1,20 millones).

El volumen de negocio generado a través de la venta por internet ha crecido a un ritmo del 7% por año, a pesar de la piratería. Aun así, y aunque las preferencias de los consumidores viren cada vez más hacia las compras en la red, habrá que esperar hasta el 2011 para que la música digital alcance el 50% de las ventas totales. Y de momento, además, no es rentable, porque las descargas de canciones sueltas sustituyen progresivamente a la venta de álbumes completos, sean en CD como descargados on line.

No obstante, la realidad es que la industria discográfica no lo va a tener fácil para salvarse de la caída generalizada del consumo: según otra consultora, la Forrester Research, en el 2013 las discográficas recaudarán un total de 9.200 millones de dólares (6.400 millones de euros), 1.100 millones menos de la cifra que se consiguió durante el 2008. El sencillo más vendido a través de internet en Estados Unidos fue Bleeding love , de la británica Leona Lewis, con 3,3 millones de ejemplares.