El artista contemporáneo no solo trabaja con la pintura, la escultura o el grabado, sino que ha incorporado a su forma de expresión las nuevas tecnologías audiovisuales. Toda una forma de creación que este año tiene un papel central en ARCO, bajo la denominación de The Black box (La caja negra), los Project Rooms o Nuevos Territorios. La caja negra alberga 12 habitaciones, con las propuestas audiovisuales más arriesgadas, o los proyectos New Media Art. La galería Metropolitana de Barcelona ofrece el trabajo de Kakeshop, un grupo con sede en Brooklyn que presenta una instalación en dos habitaciones en la que se muestra simultáneamente una performance en vivo, que genera un vídeo, y en la que detrás de un cristal, si el espectador aprieta un botón, se ve a un hombre escuálido, desnudo, demacrado y que increpa al visitante para que no le mire y apague la luz, y en otra que no se ve nada. En otra habitación, la galería mexicana Enrique Guerrero presenta el audiovisual de Yoshua Okon Lago de Bolsena , una pieza que reflexiona sobre la identidad al acercarse a la realidad de un barrio marginal de México con vídeo que transgrede las nociones tradicionales del documental y lleno de colorido, con unas risas un tanto amargas de unos travestis.