Almendralejo, Aceuchal, Solana, Corte de Peleas, Entrín Bajo, Entrín Alto, La Albuera, Almendral, Torre de Miguel Sesmero, Nogales, Santa Marta, Villalba, Fuente del Maestre, La Parra, La Morera, Feria, Los Santos de Maimona, Villafranca, Ribera del Fresno, Puebla del Prior, Hinojosa del Valle, Hornachos, Puebla de la Reina, Palomas y Alange. Pasar por alguna de estas localidades o su entorno es hacerlo por Tierra de Barros, una de las comarcas más fértiles de Extremadura, que, atravesada por la A-66, antigua Vía de la Plata, es una auténtica transición geográfica entre las vegas del Guadiana y las serranías del sur.

La ruta propuesta comienza en Almendralejo, el centro más importante de la comarca, población que surge al amparo de la Orden de Santiago, que vivió un gran esplendor en esta zona desde el siglo XIII y hoy en día es conocida por su alta y rica producción de vinos y sus bodegas con denominación de origen. Tal es la importancia que el cultivo de la vid cobra en esta localidad que en abril se inauguró el Museo de las Ciencias del Vino.

Almendralejo, lugar de nacimiento del poeta José de Espronceda y patria chica de la poetiesa Carolina Coronado, también tiene una estación enológica. Pero el viajero también puede visitar edificios cargados de historia, como la parroquia de Purificación (siglo XVI), con torre de estilo barroco y portadas góticas renacentistas; igualmente son dignos de mención las iglesias de San Roque y la de San José, el convento de las Clarisas (siglo XVI), el centro cultural San Antonio (antiguo convento franciscano del siglo XVII), declarado monumento de interés histórico-artístico, o la ermita de la Piedad (siglo XVI).

De las casas solariegas y palacios destaca el del marqués de Monsalud construido en el siglo XVIII, sede del ayuntamiento, o el del marqués de la Encomienda, en la calle Ricardo Romero.

De gran atractivo es el edificio de la Sociedad del Obrero Extremeño. el Círculo Mercantil o el teatro Carolina Coronado, decorado (segunda planta) con pinturas de Adelardo Covarsí. Tampoco podemos olvidarnos de su plaza de toros, una de las más bellas de la península, recientemente restaurada y que posee una bodega. Y si estamos en Almedralejo del 1 al 2 de febrero disfrutaremos con Las Candelas, fiesta de interés turístico regional.

En zona de ajos

A escasos diez kilómetros está Aceuchal, famosa por su excelente producción de ajos. Como monumentos de interés destacan la ermita de San Andrés, construcción de estilo mudéjar; el antiguo Pósito, obra del siglo XVIII; la Casa de la Encomienda; la iglesia parroquial de San Pedro, del siglo XV y el consistorio.

Otra de las localidades que el viajero puede visitar es Solana, situada en la orilla izquierda del río Guadajira, su iglesia parroquial del siglo XVI está dedicada a santa María Magdalena. En los caminos que llevaban de Solana a Barcarrota y de Badajoz a Villalva está Corte de Peleas, que durante mucho tiempo se conoció con el nombre de Cortecilla . Tuvo un antiguo templo del siglo XIV dedicado a santa María Egipciaca, pero fue derribado y sustituido por un moderno templo con fachadas encaladas.

Entrín Bajo es un pueblo cercano al arroyo Entrín, destacando dentro de su casco urbano la parroquia de Nuestra Señora del Amparo, levantada a principios del siglo XX. Debe su fundación a las tropas leonesas que se asentaron por esta comarca después de la Reconquista.

Entrín Alto, al igual que al anterior, fue fundado tras las Reconquista y enseña con orgullo su parroquia de santa Rita, cubierta de bóveda de arista. Cerca de la misma se puede observar una casa-museo, que conserva piezas de cierto interés del vecino yacimiento de la Pijotilla. Entre Entrín Alto y Entrín Bajo aún se localizan algunos puentes medievales y cercana a esta última están Cortegana y Retamal.

Otro punto de interés es La Albuera, conocida por haberse desarrollado en sus cercanías, en 1811, durante la Guerra de la Independencia, la Batalla de La Albuera, pudiéndose ver un museo sobre este hecho histórico. Su iglesia parroquial (XVI), es la de Nuestra Señora del Camino y en sus cercanías, además de poder ver el monumento a la ya citada batalla, también se puede conocer una colección etnográfica.

Cerca se encuentra Almendral, localizada entre los límites de la sierra Sur, tiene dos iglesias en la misma plaza: la de San Pedro y la de La Magdalena, de siglo XV en estilo gótico. Magnífica es su ermita de Finibus Terrae de estilo mudéjar y con detalles de arte visigodo en su portada.

En cuanto a Torre de Miguel Sesmero, señalar que dispone en su casco urbano la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Candelaria del siglo XVI y el convento de las Claras o el molino, del siglo XVIII. Y ya en los límites con la Sierra sur visitamos Nogales, vigía estratégica del señorío de Feria desde finales del siglo XIV y establecida junto al imponente castillo. En este importante enclave militar medieval destaca una soberbia torre del homenaje de 35 metros de altura y junto al mismo, la iglesia de San Cristóbal, edificada en el siglo XV con fachada gótica.

Santa Marta de los Barros es una típica localidad de Tierra de Barros, rodeada de olivos y vides que le dan fama de buenas producciones en aceites y vinos como lo demuestran las numerosas bodegas existentes. La población, tal y como se conoce hoy en día, fue fundada en el siglo XVI, por el primer duque de Feria, Gómez Suárez de Figueroa. A mediado del siglo XVII, fue arrasada tras una guerra con Portugal, reedificándose con posteridad. En su interior resalta la iglesia parroquial de Santa Marta del siglo XVI, levantada sobre una ermita anterior, con una interesante portada de granito.

Residencia de duques

Villalba de los Barros, conocida por su producción vinícola, fue residencia durante mucho tiempo de los señores de Feria que vivieron en su castillo hasta mediados del siglo XV, momento éste en que deciden trasladarse al alcázar de Zafra. Este hermoso castillo se construyó hacia 1418 por el primer duque de feria. También podemos visitar su iglesia parroquial de la Purificación, gótica del siglo del siglo XVI.

Desde Villalba se llega a Fuente del Maestre con apuntes históricos de época romana y árabe. En la plaza del Corro se levanta el palacio del Gran Maestre, de estilo mudéjar y la conocida Fuente del Corro y, cercana a ésta, en otra bella plaza, está la iglesia parroquial y la casa consistorial, obra del siglo XVIII, que tiene una bellísima galería porticada. También es aconsejable visitar la Candelaria, una iglesia reedificada en el siglo XVI sobre otra anterior bajo la advocación de santa María la Mayor, declarada monumento Histórico-Artístico lo mismo que la localidad, que no se puede abandonar sin ver el convento de San Francisco, del del siglo XVI.

Ideal para el parapente

Asentada entre sierras y en el camino que unía históricamente la ciudad de Mérida con Jerez encontramos a La Parra, que tiene su centro neurálgico y artístico más importante en la plaza Mayor, donde sobresale el ayuntamiento con unos soportales hechos con arquerías de ladrillos en estilo mudéjar, frente al cual se erige la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Además, aún se conserva el que fuera antiguo convento de las Clarisas (siglo XVII), hoy un excelente hospedería. En sus afueras encontramos la ermita de San Juan (siglo XVI), construida por indicación de los duques de Feria. Esta población es un lugar preferido para aquellos que practican el parapente.

Cercana y rodeada de bellos parajes se descubre La Morera, conocida en otro tiempo con el nombre de Carpio de Mérida y donde se pueden ver típicas construcciones de adobe. A las afueras, está San Lorenzo Mártir, un templo que posee una sencilla portada de estilo mudéjar.

Desde la lejanía se divisa Feria, en cuyos alrededores está el dolmen de La casa del monje, si bien uno de sus monumentos más conocido en toda la comarca es su castillo del siglo XV, que fue construido gracias a Lorenzo Suárez de Figueroa dando pie con ello al señorío de Feria. Su iglesia de san Bartolomé es una obra gótica de finales del siglo XVI, localizada muy cerca de su bella plaza porticada, realizada en ladrillo, en estilo mudéjar del siglo XVII. Muy interesante es también el conocido como rincón de la Cruz . Feria es conjunto de Interés Histórico-Artístico Nacional desde 1970 y además a comienzos de mayo se celebra la fiesta de La Santa Cruz, declarada de Interés Turístico Regional de Extremadura.

Desde Feria hay, ya en la ruta de los pueblos blancos, hay que acercarse a Los Santos de Maimona, que perteneció a la Orden de Santiago. Su iglesia de Nuestra Señora de los Angeles data del siglo XVI y es de estilo gótico renacentista, con unas portadas platerescas de gran belleza. Cerca de ella están la antigua Casa de la Encomienda, actual ayuntamiento y el que fuera hospital y convento de la Concepción. En las afueras encontramos el bello santuario de Nuestra Señora de La Estrella (siglo XVIII), donde está la imagen de la patrona.

Por el antiguo trazado de la Vía de la Plata, llegamos a Villafranca de los Barros que, después de la Reconquista, pasaría a la Orden de Santiago. De sus edificios religiosos destacan la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Valle del siglo XVI y la Ermita de la Coronada, del XV, totalmente encalada. Vinos, aceites y encajes son famosos en esta población de Tierra de Barros.

Situada a las orillas del arroyo Valdemedel, llegamos a la cercana Ribera del Fresno, de origen árabe, aún quedan los restos del castillo del siglo XV, muy cercano a la ermita de Santa Cecilia. Otras ermitas son la de la Virgen del Valle, patrona del pueblo (siglo XV) y la del Cristo de la Misericordia (siglo XVIII). La iglesia parroquial es la de Nuestra Señora de Gracia, original del XIV, tiene dos grandes torres gemelas.

Muy cerca está Puebla del Prior, fundada tras la Reconquista por la Orden de Santiago. Su iglesia parroquial de San Esteban es del siglo XV; junto a ella se erigió un palacio que estaba destinado a la residencia de los priores de la Orden de Santiago en el siglo XV; la ermita de Nuestra Señora de Botoz está junto al arroyo de su mismo nombre.

Fundada en el siglo XIII por el que fuera primer comendador de Hornachos, Pedro Pérez, Hinojosa del Valle está situada al borde sur de Tierra de Barros destacando la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Angeles (siglo XVI). Es gótico- mudéjar.

Hornachos o la antigua Fornacis o Fornace romana, tiene unas interesantes pinturas rupestres esquemáticas cerca de los restos de su castillo, enclave de indudable valor ecológico, declarado Zona de Especial Conservación.

Destaca entre sus monumentos la parroquia de la Purísima Concepción, reconstruida en tiempos de los Reyes Católicos es una de las muestras mudéjares más interesantes de la región declarada de Interés Histórico-Artístico, y que al entrar la primera impresión que se tiene es estar en una reproducción a escala de la mezquita de Córdoba.

Recorriendo trece kilómetros, se llega a Puebla de la Reina, situada junto al arroyo Palomillas y que en el siglo XIII sería repoblada por la Orden de Santiago. Conocida con el nombre de la Puebla de Jara, tiene la iglesia de santa Olalla, obra mudéjar del siglo XV con una bella torre fachada hecha completamente con ladrillos aplantillados y adornada con azulejos policromados. En las afueras se halla la ermita de los Mártires san Fabián y San Sebastián, también mudéjar (XV).

A cinco kilómetros está Palomas, de la que destaca su iglesia de estilo mudéjar de Nuestra Señora de Gracia, obra del siglo XVI con una extraordinaria torre realizada en ladrillo. A orillas del río Palomillas se conserva un bellísimo puente mudéjar, probablemente reedificado sobre restos de otro romano.

La ruta concluye y hay que descansar y que mejor para hacerlo que comerse un cojondongo, y sumergirse en las aguas del balneario de Alange, famoso desde época romana por sus interesantes termas, declaradas Monumentos Histórico-Artístico y en torno a las cuales se ha erigido uno de los balnearios más importantes de España.