Groucho Marx quizá estaría encantado de ser miembro de aSmallWorld. El genial cómico no habría tenido fácil entrar en ese club, un ultraexclusivo sitio de internet del que solo forman parte 150.000 personas en todo el mundo --7.000 de ellas en España--, al que solo se puede entrar por invitación de un 10% de esos miembros y cuyo éxito reside en lo selecto de la membresía.

Erik Wachtmeister, un banquero hijo de un exembajador de Suecia en EEUU, y su esposa Louise crearon, en el 2004, la web ww.asw.com para ofrecer en internet un club para "gente bien conectada, con talento, que viaja, con grandes redes sociales y con mucho en común".

10.000 PRESIDENTES

Sobre el papel, la filosofía es como la que rige en otras webs como Friendster: hay miembros que participan en foros, compran y venden, dan pistas sobre cosas o lugares que conocen... Pero es solo sobre el papel. En aSmallWorld no se permiten alias ni perfiles inventados. En las guías de viaje elaboradas por los miembros suelen recomendarse locales de altísimo nivel. Se venden cosas como un caballo para jugar al polo o se plantean preguntas sobre alquiler de aviones.

Hay invitaciones a fiestas y discusiones de política, medicina y filantropía. Y entre los miembros hay 10.000 presidentes o consejeros delegados de compañías, nombres de casas reales y famosos de todo tipo. Aunque Wachtmeister nunca daría sus nombres, se ha escrito que integran el club Naomi Campbell, Andrea Cashiraghi, Paris Hilton, Tiger Woods, Quentin Tarantino, Emanuel Filiberto de Saboya y María Zurita.

"El tipo de gente que atraemos no intentaría conectar con alguien porque sea famoso", explica Wachtmeister. "Es como si organizas una boda elegante, invitas a tus amigos y entre los invitados hay famosos. No esperas que tus amigos sean de los que van a pedir autógrafos".

En aSmallWorld imperan reglas estrictas. Y una de ellas es que no se puede contactar con miembros a los que no se conoce. Hacerlo puede suponer el destierro a aBigWorld.

Quienes critican la web la han bautizado snobster, algo que no molesta a Wachtmeister. "Es humano que la gente que no puede entrar en un sitio emocionalmente sienta que quienes se lo impiden son esnobs", dice. Tampoco le molesta que haya quien diga que son un grupo dominado por conservadores que recaudan fondos para George Bush. "Hay de todo, conservadores, radicales y gente en el medio. Arabes y judíos...", afirma. En mayo entró en la empresa un grupo de inversores, entre los que figura el productor Harvey Weinstein, y Wachtmeister avanza que explorarán temas relacionados con la industria del entretenimiento.

Pero, de momento, muchas cosas siguen igual. Se seguirá buscando un crecimiento "modesto" del número de miembros. La media de edad hoy es de 33 años, y a Wachtmeister no le importaría verla subir más. "No queremos adolescentes. Buscamos gente con carreras avanzadas con cosas interesantes que contar", dice el fundador.