Tom Wolfe se ha ganado la expectación que genera cada uno de sus textos a golpe de máquina de escribir. Y es que al padre del nuevo periodismo no le falta talento, atención extrema al detalle y un dominio magistral del lenguaje. I am Charlotte Simmons , su tercera novela, que llega mañana a las librerías de Estados Unidos con una primera edición de un millón y medio de ejemplares y que en España publicará Ediciones B, no es una excepción. Esta vez, seis años después de Todo un hombre y 17 después de La hoguera de las vanidades , el septuagenario autor, acusador y acusado en ya históricas batallas literarias, ha sido recibido con gelidez por los críticos.

El propio Tom Wolfe ha descrito el argumento de este trabajo. "Charlotte Simmons es una chica de 18 años muy religiosa que ha vivido en un pueblo de Carolina del Norte sin apenas salir de su casa --explica en la página web de Amazon.com--. Da la casualidad de que es un genio y es aceptada con una beca en una de las grandes universidades estadounidenses (la ficticia Universidad de Dupont, que resume los detalles recogidos por Wolfe en estancias en Harvard, Yale, Stanford, Duke y campus de Michigan, Alabama, Carolina del Norte y Florida). Está decidida a vivir una vida intelectual y su gran objetivo es ir de una pequeña localidad al gran mundo. Pero descubre bastante rápido que, una vez estás en la universidad, no hay sólo una vida de la mente, sino también una vida del cuerpo".

GALERIA DE ESTEREOTIPOS La trama, regada de sexo y alcohol, incluye a la pija con la que Charlotte comparte habitación, al clásico guaperas ligón de universidad, a un periodista del diario universitario que se considera el último bastión de la intelectualidad y a un jugador de baloncesto blanco no excesivamente brillante fuera de la cancha.

Los estereotipados personajes han sido precisamente una de las dianas de las críticas que han precedido a la novela. The Washington Post señala: "En la deprimente visión de Wolfe, la universidad es sólo un burdel unido a un recinto deportivo".