La Consellería de Cultura abrirá en los próximos días expediente a la familia Franco, después de que esta mañana se impidiese el acceso de técnicos de este departamento al Pazo de Meirás, residencia veraniega del dictador, por lo que solicitará una autorización judicial para la inspección.

Fuentes de la Consellería de Cultura relataron a EFE que esta mañana tres técnicos se personaron en el pazo, según cita que este propio departamento del gobierno gallego había remitido a la familia Franco, si bien un abogado les comunicó a la puerta que no se les permitiría el paso, puesto que habían presentado un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.

El expediente que abrirá Cultura, que podría derivar en una sanción de hasta 60.000 euros, se produce después de varios intentos de acceder al Pazo para que los técnicos dictaminen su estado ante su posible declaración como Bien de Interés Cultural, lo que supondría su apertura para el disfrute público.

Esta "obstrucción", dice la Consellería en una nota emitida esta tarde, está considerada como infracción, al tiempo que anuncia que recurrirá a la vía judicial para poder hacer una inspección a la que este departamento de la Xunta "tiene derecho, ya que el pazo figura en el inventario del Patrimonio de la CCAA".

Ante la "reiterada falta de respuesta" por parte de los propietarios del pazo de Meirás para permitir la entrada de los técnicos, este departamento decidió usar sus competencias para fijar por sí misma la fecha de hoy, que fue comunicada mediante burofax a los propietarios el día 23 de agosto.

En este escrito, dirigido a Carmen Franco, la Consellería apuntaba que habían resultado "infructuososos" los intentos de conectar con ella el día conveniente para visitar el Pazo y, por ello, la Xunta fijó la fecha de hoy a las 10,30 horas.

Inicio de expediente sancionador

Según Cultura, la denegación de entrada constituye en sí una infracción y la Consellería iniciará automáticamente un expediente sancionador, como advirtió ya a la familia en su escrito.

De hecho, se le comunicó que, de no permitirse la entrada, se incurriría en una infracción leve en materia de patrimonio cultural, que pude tener como consecuencia una multa de hasta 60.000 euros. Igualmente, los servicios jurídicos de la Consellería están trabajando en la solicitud de una autorización judicial que permita la inspección y en los próximos días así se hará en el juzgado contencioso-administrativo.

El equipo al que hoy se le denegó el acceso estaba formado por una arquitecta, un arqueólogo y una historiadora del arte, y pretendía una recogida de información sobre la arquitectura interior del edificio, los bienes susceptibles de ser considerados patrimonio cultural y la conservación de todo el conjunto.

La familia Franco denegó en varias ocasiones la entrada de técnicos al pazo, una visita que trata de elaborar un informe previo a su declaración de Bien de Interés Cultural.

Este reconocimiento supondría que la familia Franco mantendría la propiedad del edificio, aunque se vería obligada a permitir cuatro visitas al mes así como a conservar el patrimonio, así como pedir permiso a Cultura para obras y otras actuaciones que se quiera hacer en este espacio.

Residencia de Pardo Bazán y después de Franco

El pazo de Meirás, situado en el Ayuntamiento coruñés de Sada, fue en su día propiedad de la escritora coruñesa Emilia Pardo Bazán, aunque en 1939 un grupo de ciudadanos afines al régimen promovió su compra a sus herederos y obtuvo entre los vecinos más terrenos contiguos para ofrecérselo como regalo del pueblo a Franco, que a partir de entonces disfrutó allí de sus vacaciones en agosto.

Precisamente, el pleno del Ayuntamiento de Sada decidió el pasado día 9 solicitar a la Xunta que declare el pazo como Bien de Interés Cultural y permita que se abra al público.