La familia Zapatero realizó ayer su primera excursión a la playa del Pozo, en Yaiza (Lanzarote), en vísperas de la fiesta de cumpleaños que el presidente del Gobierno celebrará hoy en su residencia estival de La Mareta. Con bañador por debajo de la rodilla y vigilado por tierra, mar y aire, José Luis Rodríguez Zapatero se dio su primer chapuzón en una inaccesible playa del municipio de Playa Quemada. Sonsoles Espinosa, su mujer, se pasó la mañana buceando con la zodiac.

"El presidente habla del efecto Lanzarote , porque tras su primer veraneo en la isla, este invierno no cogió ni un catarro", dijeron ayer fuentes de la Moncloa. "Es falso que se haya traído 15 cocineros --añadieron--. Solo hay uno y es el mismo que tenía Aznar".

El descanso de Zapatero no es completo. Despacha dos veces al día por teléfono con el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, de viaje oficial en Líbano. También ha hablado con Jesús Caldera, para conocer de primera mano la última encuesta de población activa. El domingo mantendrá un encuentro con el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar.

Hoy celebrará su cumpleaños con una fiesta íntima de la que no han trascendido detalles. En la perfumería Sam, en Arrecife, se espera la visita de enviados de La Mareta. "La propia Sonsoles compró un perfume para su marido el año pasado, y durante su estancia vinieron empleados a por cremas hidratantes y contorno de ojos para hombre. Fue una buena factura", reconoce Tanya, encargada de la tienda.