Destacan las poblaciones de aves, que fueron una de las principales razones de su declaración como Zepa, en consonancia con la excelente conservación de sus hábitats. Así, destaca la cigüeña negra (más de 5 parejas), alimoche, buitre leonado, águila real, águila perdicera (al menos 15 parejas) y halcón peregrino, nidificando todas ellas en la seguridad de los roquedos de cuarcita. Existe también una colonia de buitre negro en el límite norte de la Zepa. También son muy abundantes el ciervo y el jabalí, generando importantes beneficios la organización de monterías y batidas. Otros mamíferos como el gato montés, gineta, garduña, tejón y nutria también están presentes.