Angel Marcos sigue rebelándose contra la etiqueta de entrenador defensor del ´fútbol directo´. "El partido marca la forma en la que tiene que jugar el equipo. Hay veces que tienes que jugar directo, otras al toque y otras al contragolpe... No recuerdo nunca que mis jugadores hayan salido con la consigna de hacerlo de una determinada manera", afirma, agarrándose a los números para negar que sea un técnico ´defensivo´. "En cuatro años en Segunda B y tres en Tercera, con unos 250 partidos, mis equipos han marcado una media de 2,6 goles aproximadamente", cuenta. "A cinco que chillan se les oye más que a 2.000 silenciosos", añade sobre la imagen que tiene ante algunos aficionados cacereños. "Reconozco que mi trabajo más fundamental en el Díter ha sido la defensa, porque es lo que hay que hacer en un equipo que está abajo", asume. "Cuanto mejor defiendes, más posibilidades de ser ofensivo tienes, si es que quieres robar el balón para salir al ataque", analiza.