Con ellos empezó todo. Con ellos estalló el boom del fútbol sala en Extremadura en general y en Cáceres en particular. Llegaron a jugar en la Primera División. Disfrutaron. Ganaron, perdieron y se emocionaron. Hicieron historia.

El nombre, que los aficionados al deporte de cierta edad recordarán, era Distribuidora de Recambios. Fueron ellos los que abrieron el camino, los primeros en jugar en la élite en un deporte que creció, se multiplicó y que últimamente está viniendo a menos por el rigor táctico que se ha impuesto. Y se puede ir más allá: hasta el momento de su gesta (año 1984) ningún equipo de la comunidad había escalado hacia lo más alto.

"Entonces, los empresarios eran los dueños de los clubs, lo ponían todo. En nuestro caso era Felipe Pariente", cuentan, al unísono, Pepe Santos y Francisco Márquez, éste futbolísticamente conocido por su segundo apellido, Buitrago, el talentoso capitán de aquel histórico grupo.

Este mes se cumplen 30 años de la gesta, que rememorarán mañana en una comida en el restaurante Homarus "los que podamos estar", dice Santos, quien llegó a figurar en el equipo ideal de Primera, algo que recuerda como mera anécdota. "Fuimos campeones provinciales, ganamos a Badajoz y después a Ceuta. Para subir también superamos al Moncloa de Madrid. Empatamos los dos partidos y pasamos por penaltis".

Era un verdadero grupo de amigos, varios de los cuales ya estaban desde el inicio en el fútbol sala local, entonces en tremendo auge, incluso con dos divisiones. El Periódico Extremadura editaba semanalmente un suplemento que coordinaba el malogrado Manolo Fernández.

Además de los citados ahí estaban Luis Figueroa y Carlos Ojalvo como porteros; el resto, los hermanos Angel e Higinio Holgado, Manuel Fernández Castellanos, Manolo Jardín, Pedro Rocha (actual presidente de la Federación Extremeña de Fútbol), Luis Sánchez, Pedro María García, Rafael Carlos Morán, 'Rafa', Rafa Vadillo, José María Hermández Antúnez y Miguel Angel Jiménez. El entrenador era Fernando Candela, 'Gilete'.

Aquello funcionaba bien. Se mantuvieron dos temporadas jugando contra los mejores de España (entre ellos el Chaston de La Coruña o el Interviú de José María García, al que antes se habían enfrentado en una accidentada eliminatoria de Copa) y el pabellón Municipal (ahora Serrano Macayo) "estaba siempre a reventar", recuerda Buitrago, el jugador más determinante de aquel equipo. "Entonces había muchos menos esquemas que ahora. Había muchos uno contra uno; te ibas de tu par y...", dice el nostálgico Santos, quien desde hace meses se ha dedicado a recopilar información sobre aquel mítico equipo y a preparar el emotivo encuentro de mañana.

EN TODA ESPAÑA El nombre de Distribuidora de Recambios se hizo famoso en toda España. Incluso la empresa, la marca, era reconocible en muchos rincones, "hasta en un pueblo perdido de Toledo", comenta Buitrago. Debutaron un buen día de octubre de 1984 ante uno de los favoritos al título, el Helios. Ganaron 6-2 ante el fervor de los aficionados del Municipal, que vivió en contínua fiesta cada dos fines de semana.

El equipo terminó, como todos los proyectos, siendo eso, un sueño, un dulce sueño. 30 años después, y con los posteriores Alcasa, CAR 88 o Pescaderías Quico y sobre todo el Extremadura de Fermín Naranjo en sus distintas denominaciones (la última, el Forma), que ha sido el que más tiempo ha resistido en la élite, todos ellos han escrito una página muy especial dentro del deporte extremeño.