Cáceres 2016, cuatro victorias y seis derrotas, duodécimo de la LEB Oro. Superados los dos meses de liga regular, ése es el único dato objetivo irrebatible alrededor de un equipo que, más allá de eso, admite múltiples interpretaciones y está en el centro de un constante e intenso debate.

Mientras intenta adaptarse con rapidez a una categoría nueva, con otros hábitos, condicionantes y objetivos a los del año pasado en LEB Plata, al club no le queda otra que seguir trabajando para funcionar como la máquina engrasada que desea Manuel Hurtado. De momento, no se puede decir que todo le haya salido a pedir de boca al entrenador, que ha visto cómo en apenas siete días su equipo daba una exhibición ofensiva y de triples ante el Mallorca (100 puntos, 14/25) a meter solamente 59 (con 2/23 desde 6,25) en Melilla.

Preguntas

Es precisamente esa doble personalidad la que está entrando en cuestión estos días. ¿Puede aspirar realmente el Cáceres a entrar en los playoffs por el ascenso, objetivo no confesado de la temporada para no meterse presión? ¿O el equipo no es de tanta calidad como se pensaba, a pesar del atinado cambio de Wayne Simien por Harper Williams, y hay que luchar por la permanencia?

De momento, ese 4-6 del único dato objetivo tiene la lectura de que se sigue más cerca de lo primero (La Laguna es noveno, con 6-4) que de lo segundo (Beirasar Rosalía y Gandía, que acaba de cambiar de entrenador, están hundidos en las dos últimas posiciones, con 1-9). Otra cuestión es la lectura que cada uno haga sobre si las posibilidades del equipo están bien aprovechadas, si habría que estar más arriba a estas alturas, si las sensaciones deberían ser diferentes. El Cáceres 2016 ha encajado dos tipos de derrotas: las que realmente hacen daño --Burgos y Axarquía en casa-- y las que pueden ser disculpables por producirse en canchas de equipos aspirantes al ascenso (Alicante y Melilla).

Las estadísticas no aclaran demasiado la cuestión que suele reprochársele al equipo: que no defiende bien. Encaja 79,2 puntos por noche, pero otros siete equipos tienen aún peor dato y algunos de ellos están por encima. Tiene además el décimo mejor ataque (78 por partido), también en mitad de la tabla, lo que es una constante en otros apartados como los porcentajes de tiros de dos, triples y libres y los rebotes.

Echando un vistazo a la jornada 10 de la pasada temporada en la categoría, el CAI Zaragoza ya era líder y corría hacia el ascenso, seguido de cerca de Bruesa, Alicante y Breogán, tres de los cuatro que jugarían la fase final. Las sorpresas empiezan más abajo: el Hospitalet era noveno con 6-4, pero acabaría último con 11-23; el Tenerife iba 5-5 y terminó muy cerca de subir, y el próximo visitante del Multiusos, Los Barrios, tenía un 4-6 y era duodécimo, lo que no le impediría a la larga clasificarse para los playoffs . Curiosamente, el propio Cáceres también iba 4-6 la pasada campaña en LEB Plata a estas alturas.