Diego Maradona cumplió ayer, domingo, 45 años en un momento clave de su vida, en el que parece haber encontrado un rumbo impensado hace pocos meses, cuando estuvo al borde de la muerte como consecuencia de una suma de excesos personales de todo tipo.

Maradona nunca estuvo mejor que ahora desde que dejó de jugar al fútbol hace ocho años en Boca Juniors, tras su decisión de colgar las botas agobiado por su impotencia física, su falta de motivación y por una sospecha de un nuevo dopaje positivo.

Desde allí en adelante, su vida fue un calvario, sometido por el consumo de drogas que redujo al mínimo su capacidad cardíaca en el comienzo del milenio y su capacidad de resolución, y le llevó a la ruina.

Tocó fondo el año pasado, cuando una recaída le dejó postrado en una clínica de Buenos Aires alrededor de la cual se reunieron multitudes para manifestar su idolatría por el futbolista más importante.

De allí se fugó para jugar al golf en una finca de los alrededores de la capital argentina y sus familiares más cercanos acudieron a la Justicia para obligarle a que se sometiera a un tratamiento intensivo.

Ingresado

Por esa razón, fue ingresado en una unidad neuropsiquiátrica en la que los internos afirmaban que era un mentiroso cuando se identificaba como Diego Maradona. Pero salió del pozo y decidió que le practicaran una operación en el estómago en Cartagena de Indias, Colombia, que provocó una sorprendente rebaja de su peso.

En 2005, su vida cambió y su transformación estética y la reducción de su marcha, de quinta a segunda velocidad, le permitieron reinsertarse y convertirse en una figura de la televisión.

El Maradona contestatario y rebelde a ultranza dejó que le dibujaran una sonrisa en la sala de maquillaje de la tele y comenzó a repartir besos y abrazos y a contar crudamente sus intimidades el en programa más exitoso de la temporada en Argentina.

Muchos amigos comenzaron a apartarse de su círculo íntimo mientras que seres incondicionales como su ex esposa, Claudia Villafañe, sus hijas Dalma y Gianinna, sus padres y sus hermanos siguen a su lado.

Le convocaron del Boca Juniors para ocupar un cargo y ahora el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, quiere que se sume a los colaboradores del seleccionador José Pekerman para motivar al equipo de cara al Mundial.

Olvidado... de momento

Aunque seguir los pasos de Maradona siempre implica dormir con un ojo abierto, comienzan a parecer lejanas las patéticas circunstancias que marcaron su vida en los tramos finales de su carrera deportiva y más tarde apartado de los campo de juego.

Boca Juniors, con Maradona en sus filas, venció a su histórico rival, River Plate, por 2-1 el 25 de octubre de 1997, tres meses y 20 días después del anuncio de su último regreso a los campos de juego, y tras ser sustituido por el juvenil Juan Roman Riquelme en el descanso, no volvió a jugar oficialmente.

Maradona engorda y adelgaza, se droga y no se droga, se ríe y de pronto estalla con furia, afirma que sus hijas comerán caviar toda su vida y se queda sin una moneda, vuelve al ruedo y triunfa. Maradona cumple 45 años y da la impresión de que hubiera vivido un siglo.