Manuel Castaño, abogado del Betis, anunció que no entiende el cierre y anticipó que recurrirá la sanción. "La falta es grave, no muy grave, y por tanto no entendemos que se deba cerrar nuestro estadio", declaró el letrado del club andaluz. Daniel Alves, por su parte, apuntó que no tiene más remedio que acatar la decisión. "Si hay que jugar el partido, lo hacemos sin ningún miedo y sin ningún problema", declaró.

Las reacciones también se han producido a nivel político. El alcalde de Sevilla, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, pidió por la mañana una "sanción justa", pero que "no paguen las aficiones" ni los equipos, "sino los responsables de semejante salvajada". También solicitó a los clubes de fútbol que tomen todas las medidas necesarias para "no reírles las gracias a los ultras en ningún sitio".