Empezó muy bien la temporada, venía de ser un sorprendente campeón del mundo gracias a un portentoso coche, el antiguo Brawn (ahora Mercedes en manos de Michael Schumacher y Nico Rosberg) pero enseguida se dio cuenta de que el favorito de su equipo, McLaren, era su compañero de box , Lewis Hamilton. Es evidente, y eso también daña las posibilidades del actual y veterano campeón, de 30 años, que el McLaren es, hoy por hoy, inferior al Red Bull y al Ferrari.

Button no es agresivo, ni lo será, y sabe que mientras Hamilton esté delante suyo, él tendrá una vida tranquila. No está para ganar y, tal vez, en estos momentos sea el piloto ideal para intentar echarle una mano a su compañero de equipo. Conquistador este año de dos poles y ganador de dos carreras, es evidente que su papel en los cuatro últimos grandes premios se limitará (y eso ya es mucho, ojalá Alonso pudiese decir lo mismo de Felipe Massa) a mezclarse con los favoritos al título e intentar restarles puntos para que Hamilton los sume todos. En eso, es seguro que McLaren sabrá intruir al veterano campeón y suministrarle un buen coche.