Los cuatro componentes del equipo español de tiro que participaron en Nueva Delhi en la final de la Copa del Mundo aseguraron que «tomarán medidas». Alberto Fernández, Fátima Gálvez, Antonio Bailón y Beatriz Martínez llegaron ayer al aeropuerto de Madrid después de estar un día retenidos en Dubái por un «error» en la documentación de sus armas.

«No sabemos si ha sido un fallo de la compañía, de la seguridad de allí, pero tenemos que aclararlo y hemos decidido los cuatro tomar medidas», explicó Fátima Gálvez, excampeona del mundo. «Las condiciones en las que estuvimos no eran las más apropiadas. Fuimos retenidos de forma ilegal porque teníamos toda la documentación y veníamos de una competición internacional que se podía justificar ya no sólo con las medallas, que podías llamar perfectamente al campo de tiro y a la Federación de la India», añadió la deportista cordobesa.

Los tiradores nacionales, que viajaron sin ningún representante de la Federación Española de Tiro, hicieron escala en Dubái tras la participación en Nueva Delhi y estuvieron retenidos por las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos debido a que sólo tenían la documentación registrada de tres de las cuatro armas.

Al final

«En el último momento, cuando íbamos a coger el vuelo a Madrid, vino la Policía y nos dijo que no podíamos volar porque había un problema con la documentación de las armas. Fuimos a revisar las armas y comprobamos que teníamos cuatro armas pero ellos sólo tenían tres documentaciones», añadió Gálvez.

«Nos llevaron a un cuartel y nos dijeron que iba a ser todo muy rápido, que en una hora se arreglaba todo. Pero no fue una hora. Nos dejaron en un cuarto aislado, pasando frío y sólo nos daban agua y nos dejaban ir al baño», relató la tiradora. El presidente del CSD, José Ramón Lete, contactó con ellos y el cónsul español en Dubái, Emilio Contreras, se desplazó al aeropuerto. Tras unas 15 horas parecía que la intervención del cónsul solucionaba el problema, pero volvieron a ser aislados.

«Estábamos desesperados porque por más papeles que les presentábamos, que estaba todo correcto, incluso documentación oficial de España, nada valía. A última hora tuvimos un juicio rápido porque acusaban a Antonio de terrorismo porque había tenido procedencia ilegal de armas a través de la India y se pensaban que veníamos con armas compradas en el mercado negro». Tras muchas horas de nervios y con el susto en el cuerpo, regresaron a Madrid.