La Fiscalía Anticorrupción acusó ayer al expresidente del Atlético, Jesús Gil, y a su hijo y director general, Miguel Angel Gil, de desarrollar una gestión que "parece ser particular y deliberadamente perjudicial" para el club.

Así se expresa el ministerio público en una nueva querella interpuesta este jueves contra los Gil en la Audiencia Nacional, que ha recaído en el Juzgado Central de Instrucción número 3 de este tribunal, cuya titular es la juez Teresa Palacios, y en la que les acusa de defraudar 12,8 millones de euros a Hacienda durante los ejercicios 1997, 1998 y 1999.

En su escrito, Anticorrupción asegura que los Gil "vienen endeudando ilimitadamente a la entidad sin previsión de futuro, impagando sistemáticamente sus obligaciones tributarias y abocándola a una situación de crisis financiera prácticamente irreversible", según se especifica.