La AD Cáceres se despidió ayer de la temporada en la Liga FEV con una derrota, pero con ambiente claramente festivo tras haber conseguido el pasado fin de semana la permanencia en la categoría. De todos modos, los cacereños esperaban poder brindar a los más de 300 espectadores que se dieron cita en el pabellón del colegio Licenciados Reunidos una alegría final como epílogo de la temporada. El Arahal se llevó la victoria por 1-3, pero nada consiguió amargar el guión festivo que estaba previsto para la jornada de ayer. El único sinsabor del choque fue la lesión que sufrió en un tobillo Enrique Carrasco durante el tercer set.

A pesar de que el capitán del conjunto local tuvo que salir definitivamente del encuentro, no dejó de dar ánimos al resto de sus compañeros tumbado desde la banda. Todo un ejemplo.

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El ambiente fue excelente y el equipo, que ayer estuvo dirigido por el tándem Dómine-Carrasco, saltó frío a la cancha. De esta manera cedió el primer parcial al sexteto sevillano. Con un 20-25, el Arahal empezó a encauzar el duelo. La AD Cáceres, con la relajación que suponía tener el objetivo de la supervivencia ya en el bolsillo, tampoco logró llevarse la segunda tanda. El marcador de este parcial fue idéntico al primero (20-25).

En ese momento, la AD Cáceres se reveló y descubrió su lado más aguerrido. Los hombres altos locales tomaron protagonismo y con remates espectaculares apostaron por ofrecer resistencia. El tercer set se decidió por un claro 25-16. Enrique Carrasco se torció el tobillo y su contribución al equipo tuvo que conformarse con dar ánimos desde la banda. En estos momentos, el pabellón estaba totalmente entregado y se recuperaba la esperanza de dar la vuelta al marcador.

El cuadro sevillano se reactivó en el último parcial y se impuso por 21-25. Los cacereños, con este resultado, han acabado la liga en octava posición.