Siempre con una sonrisa en el rostro, incluso en sus últimos y tristes días. Siempre con una solución verosímil en sus escritos. Siempre dispuesto a ayudar, siempre con su Cacereño, su Cáceres y con el deporte local. Así era él, un tipo extraordinario, de esos que merece la pena conocer. Ha muerto Felipe Criado, una de esas personas tantas veces anónima, durante tantas veces participativa, que buscaba lo mejor para su ciudad de manera altruista, de forma eternamente entusiasta. Felipe era un tipo entrañable, un clásico entre los clásicos entre los aficionados más fieles y selectos en espíritu, al que ni siquiera los malos tiempos borraron su gran afán de cooperación. Merece gente como Felipe que alguien le rinda tributo, porque él mismo estaba siempre homenajeando a aquél que podía hacer algo bueno por Cáceres. Tu vacío, amigo, lo notaremos todos, aunque en realidad siempre estarás ahí, con tu crítica constructiva y tus soluciones para todo. Hasta siempre, Felipe, ya ves que nada o casi nada cambia: ´tu´ Cacereño sigue fallando con estrépito, pese a tus esfuerzos nunca bien entendidos.

*Periodista.