Cuando Fernando Alonso compartió, hace apenas unos días, todo un fin de semana de carreras y risas con su amigo Genís Marcó durante una competición de karts en el trazado italiano de Lonato, en Brescia, no podía imaginarse que el siguiente encuentro con su amigo y el técnico que le permitió convertirse en uno de los mejores pilotos de la historia sería pocos días después, ayer mismo, en el entierro de Josep Marcó, el padre adoptivo del as asturiano y el hombre que puso en marcha el equipo Genikart, capitaneado por Genís desde sus trazados en L´Escala y L´Estartit, cuna de grandes y virtuosos pilotos.

Cuando Alonso se enteró de que Pravi , apodo de papá Marcó (57 años), había fallecido, no se lo pensó dos veces, cogió su jet privado en Ginebra, hizo escala en Oviedo --donde recogió a su padre José Luis-- y aterrizó en Girona para trasladarse, de inmediato, a Bellcaire d´Empordà donde ayer fue enterrado Pravi , cuyo féretro cubierto con una bandera a cuadros blancos y negros fue entrado en la capilla a hombros de los jóvenes pilotos del equipo de Genís.

Una persona muy querida

Poseedor de dos circuitos de karting desde hace muchos años, en cuyo asfalto se forjó Alonso, Pravi puso en marcha un restaurante en la playa de Riells con un edificio futurista, casi una burbuja de cristal sobre la arena. Pero fue gracias a su empresa de material para el desarrollo del karting como conoció, ayudó, protegió y acogió a Alonso, uno de cuyos cascos de bicampeón del mundo de F-1 figura en la vitrina de Pravi con una dedicatoria.

Alonso, que regatea su presencia incluso en aquellos eventos que podrían reportarle sustanciosos beneficios, acudió ayer a despedir a su segundo padre, al hombre que no solo lo acogió en su equipo sino que lo tuvo en su casa tantas veces como fue necesaria de los 10 a los 16 años. El descubrimiento de Alonso se fraguó en el momento en que Pravi quiso colocar su material automovilístico en el karting de Oviedo regentado por Chema Echevarría. "Podrás hacerlo, siempre y cuando aceptes que, algún día, te envíe a una joven promesa a tus circuitos", le dijo Echevarría.

Un día, Chema llamó a su amigo y le dijo que quería mostrarle las cualidades de un piloto. Se trataba, cuentan, de Ricardo Morán, el mismo que ahora gestiona algunas cosas del bicampeón asturiano. Marcó acudió a las pruebas. Una vez finalizadas, Echevarría preguntó a Pravi qué impresión le había causado el niño. "Bueno, es bueno, pero el mejor es ese pequeñito, ¿cómo se llama?", espetó Pravi sin darle importancia a la pregunta. "Ese es Fernando Alonso". Y a ese escogió. Y con ese se quedó. Y a ese protegió. Casi hasta hacerle bicampeón. Como él.