Real Betis B: Casto; Brachi, Zamora, Pepe, Toni; Parra, Cañas; Cañamero (Javi López, m.70), Rodri, Alvaro; y Diego Segura (Carlos Valverde, m.70).

Imperio: Poli; Fabio, Carlos, Pedro José, Raúl Morales; Samuel, Macías; Lauri (Chico, m.80), Silva (Perico, m.80), Javi Ramos; y Cristo (Piski, m.46).

Gol: 1-0, M.27: Zamora.

Arbitro: Suárez Puentes (Comité Canario). Amonestó a los locales Rodri y Zamora, y a los visitantes Lauri, Silva, Macías y Carlos.

Incidencias: Partido de vuelta de la primera eliminatoria en el grupo 6 de ascenso a Segunda B disputado en la ciudad deportiva Ruiz de Lopera ante unos 1.500 espectadores.

El sueño del ascenso pasó para un Imperio de Mérida que pagó en Sevilla, frente al Betis B, el mal resultado de la ida y que dejó escapar, en la segunda mitad, varias ocasiones muy claras para eliminar al filial verdiblanco o, al menos, para forzar la prórroga.

El conjunto emeritense planteó un partido netamente defensivo, tal vez con la esperanza de jugar con los nervios del filial y lanzarse al ataque en la segunda mitad, aunque lo cierto es que dejó pasar 45 minutos sin inquietar al meta Casto.

El Imperio, en toda la primera mitad, sólo dio sensación de peligro en las acciones a balón parado, ya que los bisoños defensores verdiblancos no daban la sensación de poder parar a las torres extremeñas cuando se incorporaban al ataque.

Sin embargo, el dominio correspondía al Betis B, que creó bastantes jugadas de ataque en el primer cuarto de hora gracias sobre todo a Cañamero.

A partir del minuto 15, la defensa visitante ajustó sus posiciones y obligó al adversario a ralentizar la circulación de un balón que siempre terminaba en la parcela central, donde más zagueros se acumulaban.

Como en el partido de ida, el gol bético llegó gracias a un libre directo desde la frontal del central Zamora. En esta ocasión, su disparo no rebotó en la barrera pero era un tiro raso sin demasiado peligro, que entró junto al poste derecho de un Poli muy lento en el acometimiento de la pelota. La desventaja descentró momentáneamente a los romanos, quizás de forma inexplicable porque con gol en contra o sin él, estaban obligados a marcar para aspirar a pasar la eliminatoria. Pero lo cierto es que el Imperio tiró los casi veinte minutos que restaban hasta el descanso.

Piski sustituyó a Cristo en el intermedio y revolucionó el partido con su movilidad. La entrada del delantero emeritense desconcertó a los defensas béticos, que nunca pudieron tomarle la medida y que se vieron obligados a pararlo con faltas.

Con medio partido por delante y a sólo un gol de forzar una prórroga que habría sido letal para el Betis B, el panorama era alentador para los extremeños que, no obstante, pagaron cara su falta de puntería.

La otra gran ocasión llegó cuando ya se disputaba el cuarto de hora final. Un disparo de Macías desde la frontal del área le sacó las astillas al palo derecho de la portería bética.

En los instantes postreros, el Imperio colgó una docena de balones sobre el área bética pero en ese ejercicio sí se impusieron los centrales Pepe y Zamora.