El entrenador del Cacereño, Adolfo Muñoz, mostró su disgusto por el tanto final. «Nos vamos mal a casa. El gol final es un palo, porque llega, como nos ocurrió en A Coruña, tras otro error nuestro. El partido, la verdad, es que ha sido muy igualado. Ha ido todo como esperábamos. El Beasain es un equipo muy trabajado y hoy -por ayer- lo ha demostrado. En líneas generales creo que el equipo ha estado muy bien. Sólo nos ha faltado materializar las ocasiones que hemos generado. En su único remate entre los tres palos ellos nos han marcado. Ahí ha estado la diferencia», afirmó el técnico.

«No ha sido un partido brillante para el espectador, pero sí disputado. Las condiciones climatológicas han condicionado el encuentro. Con esta llevia era imposible jugar bien al fútbol», analizó también el entrenador del Cacereño.

«La vuelta debería ser una historia completamente distinta a la de hoy --por ayer--. Intentaremos darle la vuelta a la eliminatoria y estoy seguro que la afición nos va a ayudar», incidió.

ALEGRÍA LOCAL / Mientras tanto, el entrenador del conjunto local, Urtzi Arrondo, hizo esta lectura del choque. «Ha sido un partido muy igualado. No esperábamos otra cosa. Sabíamos lo que teníamos que hacer y ha salido todo a pedir de boca. Hubo pocas ocasiones de gol, pero supimos aprovechar la nuestra. El resultado es corto, pero lo importante es que no hemos encajado gol». Para el técnico vasco, «eso nos concede cierta ventaja para afrontar el partido de vuelta, donde de marcar las cosas se nos pondrían muy de cara».