CHELSEA: Cech; Ferreira (Johnson, m.51), Carvalho, Terry, Gallas; Cole, Makelele, Lampard, Duff (Huth, m.86); Kezman y Gudjohnsen (Tiago, m.79).

BARCELONA: Valdés, Belletti (Giuly, m.84), Puyol, Oleguer, Van Bronckhorst (Silvinho, m.4); Deco, Gerard, Iniesta (Maxi López, m.86), Xavi; Ronaldinho y Eto´o.

GOLES: 1-0: m.8: Gudjohnsen. 2-0: Lampard. 3-0: m.19: Duff. 3-1: m.27: Ronaldinho, de penalti. 3-2: m.38: Ronaldinho. 4-2: m.75: Terry.

ARBITRO: Pierluigi Collina (ITA). Amonestó a los locales Ferreira, Kezman y a los visitantes Van Bronckhorst y Xavi.

Un polémico gol del defensa John Terry, que cabeceó un saque de esquina y se encontró con la ayuda de Carvalho, quien obstaculizó a Víctor Valdés, dio al Chelsea la clasificación tras derrotar por 4-2 al Barcelona, que se quedó sin cuartos cuando parecía que había evitado la debacle de un desastroso comienzo y tenía todo a favor.

En un gran partido, en el que el balón fue de área a área sin tregua, el Barcelona se fue Europa por no limitar sus errores, frente a un equipo que hace de la eficacia su seña de identidad.

Con todo perdido, cuando el conjunto de Frank Rijkaard resbalaba hacia el abismo, tras encajar tres goles en poco más de un cuarto de hora, Ronaldinho apareció para demostrar por qué fue elegido el mejor jugador del mundo, por qué aún se puede confiar en los jugadores distintos, capaces de cambiar el curso de un partido con una acción genial. Porque, hasta que irrumpió el astro brasileño, el Barcelona sucumbió a la eficacia del Chelsea, a su claridad para leer el partido ante un equipo indeciso; sabedor de que debía llevar el peso del encuentro, pero temeroso de su debilidad defensiva.

DESASTRE Y FE Gudjohnsen convirtió en gol la primera llegada del conjunto londinense, después de que Mateja Kezman aprovechase un resbalón de Xavi en el centro del campo para lanzar el contragolpe (m.8).

Cinco minutos después, Frank Lampard recogió un flojo rechace de Víctor Valdés a un disparo de Joe Cole y encarriló la eliminatoria y, en pleno desconcierto azulgrana, Damien Duff pareció sentenciar el pase a cuartos del conjunto local (m.17).

El Barcelona encontró un inesperado aliado en Paulo Ferreira, que despejó con la mano, de forma inocente, un balón colgado. Ronaldinho transformó el penalti (m.27). Y doce minutos después, el brasileño sacó un disparo imposible al borde del área, tras amagar con la cadera.

Fue un gran gol para dar la tranquilidad al Barcelona, pero no supo gestionar un marcador favorable y vivió con el pulso acelerado en una segunda mitad vibrante, en la que creó tantas ocasiones para sentenciar la eliminatoria como dio opciones a su rival para recuperarse. A falta de cuarto de hora, Terry cabeceó un balón que se convirtió en más letal aún por el agarrón de Carvalho a Valdés.