El Akasvayu inscribió su nombre en la relación de equipos campeones europeos, después de imponerse al Azovmash de Ucrania (79-72) en la final de la Copa FIBA.

La victoria no fue tan fácil como se esperaba, en buena parte porque, de inicio, ya se vio que la presión iba a ser el principal enemigo de unos jugadores que ni mucho menos estaban sueltos.

El cuadro catalán acabó el primer periodo con una mínima ventaja de dos puntos (17-15) gracias a que un jugador con experiencia en citas de máxima relevancia como es Ariel McDonald asumió la responsabilidad. Lo mismo sucedió en el segundo cuarto, llegándose al descanso con ventaja catalana (40-36).

La defensa local permitió además que los jugadores le imprimiesen velocidad al ataque y la brecha se situó primero en los diez puntos (51-41, min.23) para alcanzar más tarde los trece (54-41, min.25).

El equipo ucraniano no estaba sin embargo dispuesto a tirar la toalla tan pronto y reaccionó con un parcial de 1-12 que recortó las diferencias para acabar el tercer cuarto con un 59-55. El Azovmash se mantuvo dentro del encuentro hasta equilibrar a cuatro minutos del final (67-67).

La solución fue de nuevo la de recurrir a Ariel McDonald que, con un nuevo triple, puso un 71-67. Marc Gasol y Gregor Fucka tiraron de fuerza para decidir de una vez la final.