Aunque queda todavía mucho y se saborea el ascenso logrado el pasado domingo, el Al-Qazeres ya tiene sobre la mesa la hoja de ruta de cara a construir su proyecto de la próxima temporada en la Liga Femenina. Y lo que va a hacer, fundamentalmente, es intentar aprender de sus errores en su anterior experiencia en la categoría, en la 2014-15, cuando acabó último con solo seis victorias en 26 partidos. ¿Cuáles fueron? Solamente hay que mirar unos meses hacia atrás para descubrirlos e intuir por dónde pueden ir las decisiones que se van a tomar ahora.

Un quinteto inicial másfuerte y poca rotación

Aquel Al-Qazeres se caracterizó por no tener ninguna estrella, sino más bien por haber construido una plantilla coral, con diez jugadoras profesionales que estaban, salvando las distancias, prácticamente todas al mismo nivel. El resultado fue que no había distinción entre titulares y suplentes, con lo bueno y malo que tiene eso.

Ahora se quiere cambiar por completo y concentrar la inversión económica --muy modesta, como es previsible-- en el núcleo principal y que 6 o 7 jugadoras como máximo concentren la mayor parte del protagonismo, quedando las demás para aportaciones muy puntuales.

Es quizás una idea de otra época del baloncesto, pero que hoy en día se ha revelado de mucha utilidad en otros equipos de la LF, como el Ferrol, que subió de la mano con el Al-Qazeres en 2014 y se ha mantenido en la élite sin dificultades durante este tiempo.

Una jugadora dereferencia para anotar

Como consecuencia de ello, también se buscará a una jugadora exterior que soporte el peso anotador y que pueda ser clave en conseguir algunas victorias.

En la temporada del descenso, Nina Bogicevic cumplió ese papel, aunque solo en un par de ocasiones. Tamara Taylor, que ha terminado la campaña con un buen promedio de casi 15 puntos por partido, gusta por su descaro y rachas de acierto, pero está en contra suya el hecho de ocupar plaza de extracomunitaria. Habría que sumergirse en el mercado europeo o 'cotonou', aunque será complicado.

Otro aspecto importante que se pedirá es que los fichajes tengan experiencia contrastada en la Liga Femenina. Desde el club se reconoce que hace dos años se confió demasiado en jugadoras que habían lucido individualmente en la LF2.

Pívots atléticas, perono corpulentas

Quizás sea el punto más importante, la gran lección de la temporada 2014-15: en la Liga Femenina, excepto que sean de mucha calidad, no se necesitan jugadoras muy corpulentas para ocupar la zona. El prototipo de interior que tiene éxito se parece más a Julie Forster: atlética, dinámica, con mucha movilidad, versátil. La 'MVP' de la Liga Femenina 2 y el club han quedado en hablar durante las próximas semanas, pero la renovación va bien encauzada. Además, y pese a sus problemas en el tiro, Forster estaría incluso dispuesta a ayudar en el puesto de '3'.

Desde luego, las experiencias con dos pívots de peso como Lady Comfort y su posterior sustituta, Carla Gilbert, resultaron para olvidar, o más bien para recordar y no repetir. Aunque podían hacer daño si se les hacía llegar el balón en el poste bajo, relantizaban excesivamente el juego, condicionaban el ritmo, y eran rebasadas a menudo en defensa.