Ofreció ayer el Al-Qazeres Extremadura dos bloques de noticias diferentes, cada uno con un distinto grado de conocimiento general previo. Por un lado, reafirmó lo que era un secreto a voces: la renovación del único entrenador que ha ocupado su banquillo desde que tiene equipo profesional, Jacinto Carbajal. Por otro, hizo público que no continuarán tres jugadoras titulares de la pasada campaña: Julie Forster, Pam Rosanio y Ameryst Alston. Y esto quizás tiene seguramente más miga.

Excepto en el caso de Alston, atada desde hace semanas en el Lointek Gernika, se trata de dos despedidas sobre las que no había constancia todavía, al menos a nivel público. No seguirán vistiendo de verde y amarillo ni Forster --la más valorada estadísticamente del equipo y tercera de la Liga Femenina-- ni Rosanio, un buen hallazgo por su pasaporte comunitario.

«A las tres jugadoras se les ha ofertado propuesta de renovación que han sido rechazadas», admitió el club extremeño en un comunicado, en el que se pone de relieve que ha realizado «un gran esfuerzo económico para efectuarse la renovación, que finalmente no ha sido posible». Como suele suceder en estos casos, se agradece a las tres «su profesionalidad y su trabajo durante la pasada histórica temporada» y se les desea «mucha suerte en su trayectoria profesional».

EL 80% DE LOS PUNTOS / Más allá de la versión oficial, la cuestión económica ha pesado más en en los casos de Forster y Alston, que han visto subir su caché después de sus sobresalientes actuaciones en lo que al fin y al cabo era su debut en la Liga Femenina. Sobre Rosanio, su no continuidad en Cáceres obedece más a cuestiones familiares.

Se trata de tres piezas muy apreciadas en el vestuario, aparte de su obvia aportación en la pista. De los 67,5 puntos que promedió el Al-Qazeres la pasada temporada alrededor dos tercios los aseguraron ellas: Alston (16), Forster (13,8) y Rosanio (13).

Desde hace tiempo que se está manos a la obra para conseguir sus sustitutas, que podrían estar ya cerradas y solo a la espera de ser hechas públicas en las próximas semanas, a cuentagotas. La veterana pívot Esther Montenegro, procedente del Pajariel Bembibre, es por ahora la única cara nueva segura.

La faz de la plantilla estará inevitablemente cambiada en su núcleo principal, aunque no tanto en la segunda unidad. La única renovación anunciada es la de Elena Corrales, a la que se unirán las de las hermanas Romero, Silvia y María. También van bien encauzadas las de Mariona Martín y Carla Nascimento, que continuarán como pareja de bases, solo a la espera de que la portuguesa dé luz verde por la recuperación de su brazo fracturado.

EL ENTRENADOR / La continuidad de Jacinto Carbajal estaba cantada y de hecho ha estado gestionando, sin haberla firmado aún, varios movimientos en el mercado desde que acabó la liga. Le hubiese gustado quedarse con Alston, Rosanio y Forster, pero tampoco ve como un drama perderlas. Ha estado en situaciones similares en otras ocasiones. Sin ir más lejos, el verano pasado.

Empezará su sexta campaña en el Al-Qazeres, tercera en la Liga Femenina. Sus avales han sido lograr la permanencia y haberse clasificado para la fase final de la Copa de la Reina, hitos sin precedentes en la historia del basket extremeño. A su lado continuará Jesús Sánchez como ayudante dentro de un cuerpo técnico que volverá a ser cien por cien extremeño.

«Estoy muy contento de seguir un año más. Será la sexta temporada dice mucho de la confianza que se deposita en mí y no puedo estar más que agradecido», comenta Carbajal, que ve la nueva temporada como «un nuevo reto», con el objetivo de «intentar seguir consolidando al equipo en la categoría», aunque perder la ambición «dando algún paso más hacia delante».

Sobre la plantilla, se aferra a confeccionarla «acorde con nuestro presupuesto y posibilidades de mercado». «Pienso que será muy diferente, pero sin lugar a dudas intentaremos transmitir la misma ilusión, compromiso y fuerza que nos llevó a conseguir los grandes objetivos de la pasada campaña», destaca.