Las jugadoras del Al-Qazeres, sobre todo las extranjeras, miraban el salón de plenos del Ayuntamiento de Cáceres con curiosidad y asombro. Hasta pidieron asomarse al balcón y presenciar desde allí la Plaza Mayor mientras los preparativos del Womad avanza. Quizás era la primera estancia de este tipo que pisaban en su vida, pero la ocasión lo merecía: el ascenso a la Liga Femenina de baloncesto. La alcaldesa de la ciudad, Elena Nevado, agasajó a deportistas, cuerpo técnico y directivos por el éxito culminado el domingo.

En un discurso menos político de lo que suele ser habitual, Nevado destacó y agradeció el esfuerzo de todos hasta cerrar el regreso a la máxima categoría. "Hemos compartido muchas emociones juntos. Habéis levantado la pasión por el baloncesto femenino en la ciudad con un ascenso más que merecido. Y nos habéis hecho más grandes con vuestra garra y vuestro corazón. A todos nos habéis dado una lección de humildad", les dijo particularmente a las jugadoras, sentadas donde habitualmente lo hacen los concejales en los plenos. En el acto estuvieron presentes representantes de otros grupos políticos, como merecía el logro.

La alcaldesa puso de relieve también el papel de la afición, "que dio la fuerza necesaria" y, por descontado, prometió el apoyo del gobierno municipal al proyecto del Al-Qazeres en la élite. "Vais a llevar el nombre de la ciudad en la Liga Femenina y eso muy importante. Sois un ejemplo para muchas niñas", culminó ante la mirada de las chicas, que horas antes habían tenido su último almuerzo juntas.

Agradecimientos

Alfonso Sánchez, el presidente del club, expresó el sentimiento general: "Es una alegría y un honor estar aquí". Agradeció "el apoyo del ayuntamiento, no solo durante la fase, sino también durante toda la temporada" y apeló una frase muy repetida en los últimos 25 años: "Cáceres es baloncesto". Sobre jugadoras y técnicos dijo que han formado "un gran grupo humano".

Más improvisadas fueron las intervenciones del entrenador, Jacinto Carbajal, y de la capitana, Elena Corrales. "Ascender en casa de tu gente ha sido muy especial. Nos ha encantado hacer ese esfuerzo", indicó el técnico. La jugadora, que está en el club desde su fundación, se puso como reto "llenar el Serrano Macayo" la próxima campaña.

En una maravillosa tarde también a nivel climatológico, la foto final en las escalinatas que dan acceso al ayuntamiento fue seguramente la última que se hicieron todas juntas las heroínas del ascenso. Quedan los resultados, pero ahora toca mirar hacia el futuro.