Alberto Contador será historia del ciclismo a partir del 10 de septiembre. Ese domingo finalizará la Vuelta a España en Madrid y será entonces cuando el corredor madrileño, de 34 años, colgará la bici. Ayer comunicó la decisión, a la hora que informó, lo que tenía pendiente, de su participación en la ronda española, que ha ganado en tres ocasiones (2008, 2012 y 2014).

El corredor utilizó su cuenta personal en Instagram para publicar un vídeo en el que, entre sonrisas y sin que se le notase un ápice de tristeza por anunciar la retirada, comunicó la decisión tomada. «Os informo de dos cosas. La primera que participaré a partir del 19 de agosto en la Vuelta y la segunda que será mi última carrera como ciclista profesional. Y lo digo contento, no con pena, ya que es algo que he pensado muy bien porque no había un lugar mejor para retirarme que en la carrera de casa y en mi país. Estoy seguro que van a ser tres semanas de ensueño y disfrutando de todo vuestro cariño».

Contador cerrará así una carrera iniciada en el 2003 y que cuenta, sobre todo, con dos triunfos en el Tour, que serían tres de no haberse encontrado en el camino con el llamado caso del solomillo, que le supuso la pérdida de la victoria en París del 2010 y también que se eliminara de su palmarés el triunfo en el Giro del 2011. Sin duda, el positivo por clembuterol --un dopaje voluntario que él siempre ha negado y que el TAS atribuyó a una intoxicación alimenticia-- marcó un antes y un después en su carrera profesional, la que le ha convertido en el segundo mejor ciclista español de la historia por detrás de Miguel Induráin. Oficialmente, al margen de otros éxitos, Contador cuenta con dos Tours, dos Giros y tres Vueltas.

ÚLTIMO TOUR / Ya en el pasado Tour, su equipo, el Trek, adelantó que, posiblemente, iba a ser la última ronda francesa del ciclista madrileño. Desde entonces, se especuló con la posibilidad de que en el 2018 --Contador siempre defendió hasta ayer que quería seguir un año más-- disputaría el Giro hasta el punto de que la ronda italiana podía ser la última carrera profesional del ciclista.

Sin embargo, la dificultad por realizar una temporada 2018 a medias han precipitado los acontecimientos. El conjunto Trek ya incluyó a su jefe de filas en la preinscripción de la Vuelta, mientras Contador seguía manteniendo su participación en el aire. A pesar de ello, llevaba todo el mes de agosto realizando entrenamientos intensos, sobre todo por los puertos de la sierra de Madrid y Segovia, con fotos suyas colgadas en las redes sociales, unas sesiones que descubrían que el ciclista estaba preparando una cita deportiva y que no podía ser otra que la Vuelta.

UN AÑO DE TRANQUILIDAD / Contador, hasta ayer, siempre había defendido que este año, en el Trek, tras la conflictiva relación que tuvo las temporadas pasadas con Oleg Tinkov, el propietario del antiguo conjunto Tinkoff, un millonario ruso que continúa insultándolo por twitter, había vuelto a encontrar la tranquilidad, a la vez que había recuperado las buenas sensaciones perdidas en el 2016.

Las caídas en el Tour lo marcaron más de la cuenta, ya que le apartaron de una lucha por la general, sobre todo por el podio, una pugna donde habría estado de no irse al suelo en tres ocasiones: dos en la etapa por los montes del Jura y una más en la jornada de transición anterior a los Pirineos.

La organización de la Vuelta comunicará hoy que, como homenaje, le otorga el dorsal número uno, ante la ausencia de Nairo Quintana, el último vencedor, como homenaje. El año pasado Contador acabó en cuarta posición.