Todo está bajo control. Como si de una partida de ajedrez se tratara, Alberto Contador está moviendo las fichas del Tour con gran maestría. Ayer ganó Cavendish en una etapa de transición.

"Es impresionante la forma con la que todo el equipo está trabajando para mí". La fidelidad de los ocho ciclistas que lo acompañan sigue siendo el principal argumento para Contador. La compañía de Benja Noval es esencial, ya que hace de gregario 24 horas. En las etapas en llano no se mueve de su lado. Esto es así porque solo hay un corredor del Astana que disputa la general. Ayer cuatro de los últimos cinco clasificados de la etapa, eran gregarios de Contador. Jesús Hernández (último), Dani Navarro (penúltimo), David de la Fuente y Paolo Tiralongo, que entraron después. Llegaron a más de cinco y seis minutos de Cavendish, el ganador. "Reservaros. Cuando el pelotón apriete, os descolgáis. No malgastéis fuerzas". Esta es la consigna que Contador ha dado a sus apoyos en la montaña. Estos días están de vacaciones. Más adelante...

Contador, además, no quiere polémicas con Armstrong sobre lo de hace un año. Ayer, se dirigió al autocar del RadioShack, para entregar dos relojes que conmemoraban la victoria en el pasado Tour. Solo faltaba dárselos a Bruyneel y Armstrong. Casualidad o no, el tejano no se encontraba en el autocar.