EXTREMADURA: Toni; Alcázar (P. José, M. 80), Dani Fragoso, Roberto Rodríguez, Nandi; Lolo, Marco; Roberto Morales (Jairo, M. 66), Manuel, Raúl García (Jonathan, M. 62) y Pavone.

LANZAROTE: Marino; Pablo, Aitor Blanco, Sergio (Gustavo, M. 59), Abad; Miki; Cifuentes, Vladimir, Parrado, Irazoki (Nacho Castro, M. 75) y Raúl Salas (Alejandro, M. 78).

GOL: 1-0 M. 53: Alcázar.

ARBITRO: Angel Emilio Alvarez Pinardo (Comité Castellano-Manchego). Regular si acaso, sin criterio (1). Expulsó con roja directa al visitante Pablo (72´) y amonestó a Lolo (51´), Marco (69´), Cisqui (84´), Pavone (87´)/y Miki (70´).

Alcázar terminó por hacerle la pascua al líder en Almendralejo. El polivalente jugador extremeño rubricó una jugada, tan plástica como práctica, en la que inventó una genialidad con la que sellar un buen centro de Raúl García en saque de esquina. Una precisa llegada para sorprender, una chilena perfecta y el balón a la red de Marino para el único gol de un mal partido. Y, como añadido, tres puntos muy importantes con los que certificar matemáticamente la permanencia del Extremadura en la Segunda B, que con lo que ha llovido este año es resignado botín para una afición cada vez más desencantada y sufrida.

Si hubiese que apelar a la justicia y nos quedásemos sólo con la primera mitad sería obligado apuntar que el Lanzarote mereció más. Se plantó al menos tres veces ante Toni García con tanta entidad como pólvora mojada . Eso sí, hay que añadir con urgencia que el meta cordobés está en un excelente momento de forma tal y como confirman sus acciones.

Mientras el líder se hacía con las riendas del choque el Extremadura se mostraba muy incómodo, sin encontrar su sitio y sólo decentemente acertado en acciones en zona de nadie. Sin verticalidad, escaso de ideas y entregando balones al rival suspiró cuando el pusilánime, y mal colocado siempre, Alvarez Pinardo señaló el túnel de vestuarios para disfrutar del descanso.

No pintaban nada bien las cosas para los de Cisqui, que habían intentado un par de tiros a puerta firmados por Marco y Raúl mientras veían cómo Vladimir, Cifuentes, por dos veces, y Salas no marcaban de milagro.

CAMBIO DE DECORADO Sin embargo, tras la reanudación todo cambió. El Lanzarote se hundió miserablemente en su propia frustración, bajó bastante ni nivel y realizó un boca a boca salvador en su oponente. El Extremadura, feliz con el regalo, no desaprovechó la ocasión y a las primeras de cambio Alcázar se adornó para poner por delante a su equipo (m. 53). No contentos con lo anterior, y en vista de que, ni su rival era capaz de reaccionar, ni su técnico de solventar el problema táctico, en forma de empanada, de los isleños, llegó un segundo gol que no subiría al marcador. Lo logró Pavone y a estas alturas aún hay quien se pregunta el motivo.

Por si lo anterior fuese poco, el Lanzarote se quedó en inferioridad tras una estupidez supina de Pablo que aprovechó, con una madurez impropia de su juventud, Nandi. Fue la sentencia.

Es verdad que en el tramo final volvió a entrar en el partido el líder. Pero ya era tarde. Aunque Alejandro cabeceó al palo (m. 87) el choque ya no tenía vuelta atrás. Además, los azulgranas querían dedicar el triunfo a los recientemente fallecidos Gori y Luis Verde. Lo hicieron.